-Venga, Lauren. Se nos hace tarde y hemos quedado con ellos. - dijo Ken sin quitar la vista a la carretera.
Ken era una de las personas más cercanas a mí, seguramente es porqué soy la más rica de la "pandi", ya que mis padres me dejaron mucho dinero, al ser empresarios. Al ser la más rica, el podría comprar más alcohol y tábaco, alguna vez me llegó a agredir porqué no le quería dar dinero... pero eso es agua pasada, el está conmigo si se puede decir así. Llegamos a la llanura de el acantilado, donde suelen hacer los 'botellones' de la ciudad. Ken aparcó el coche a un lado de el andén. Bajó de el coche y como siempre esperé a que me abriera la puerta, pero perdía el tiempo, nunca lo había echo ni lo haría. Abrí la puerta y bajé, iba detrás de él. Saludó a sus amigos.
-Tío, ya estabas tardando. - dijo Axel, el 'líder'.
-Ella, que es idiota y siempre lleva la hora pegada al culo. - dijo Ken con asco.
-Lo siento, yo... lo siento. - dije agachando la cabeza.
-¿Lo habeis traido? - dijo una barbie.
-Si, está en el coche. - contestó Ken. - Lauren, ves a por ello.
Me mandó a por las botellas de wiski, cerveza y toda esa mierda. Cogí las bolsas y volví con ellos. Repartieron las botellas y el tábaco, me senté al lado de Axel y Ken. La noche se pasó rápido hasta que unas luces rojas y azules se veian de lejos, acercandose. Yo iba demasiado ébria para ser consciente de lo que estaba pasando.
