Chapter 2: Un reencuentro no muy agradable

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Capitulo 2:

Un Reencuentro no muy agradable.

Ya estaba oscureciendo en la aldea de Konoha y se podía ver pequeños faroles encendidos fuera de casas y negocios. En estos momentos Naruto e Ikaros caminaban de forma tranquila por la aldea pues el rubio había decidido invitarla a comer, mas sin embargo no habían notado lo mucho que Ikaros llamaba la atención tanto en la población masculina como la femenina, pues los hombres babeaban y las mujeres odiaban a la chica por quitarles la atención y lo único que podían hacer era castigar a los pervertidos de sus parejas.

- La aldea ha cambiado mucho desde que la reconstruyeran, aun así sigue siendo la misma de siempre -decía Naruto que observaba los grandes cambios en Konoha- hasta colocaron el rostro de Baa-chan en el Monumento de los Hokage.

- Masutā... ¿adonde vamos? -preguntó con curiosidad Ikaros mientras giraba su rostro dedicando una inocente expresion al rubio-.

- Iremos al mejor lugar de Konoha en donde sirven el mejo ramen del mundo -dijo el rubio sin dejar de sonreír- quizás el viejo Teuchi quiera contratarte Ikaros-chan. Cuando se trata de cocinar, no hay nadie que te supere -menciono el sabiendo que la pelirosa tenia una buena mano cuando se trata de cocinar-.

- Arigato, Masutā -dijo la chica simplemente y volvió su mirada hacia el frente mientras sonreía de lado al saber que a su Masutā le gustaba el sazón que le daba a su comida-.

Minutos después los chicos llegaron al local de Ichiraku, para sorpresa de Naruto, el local había crecido bastante, ahora tenia el doble del tamaño del lo que era en el pasado. El rubio e Ikaros entraron y vieron a Ayame sirviendo a unos clientes que recibían con gusto sus pedidos. Naruto estaba a punto de saludarla hasta que ella lo vio y lo saludo... de una forma muy distinta.

- Bienvenidos a Ichiraku Ramen, si gustan seguirme los guiare a la barra, pues nuestras mesas en este momento están ocupadas -dijo la chica castaña sin ni siquiera notar al rubio-

- Eso fue raro... Ayame no me reconoció -dijo Naruto rascándose la nunca al ver que la castaña no lo había reconocido, para después seguir a Ayame- andando Ikaros-chan.

- Hai, Masutā -dijo la Angeloid siguiendo al rubio-

Al momento en que los jóvenes entraron, había pasado algo similar que en la aldea, pues los hombres tenían un sonrojo y algunos cara de bobos al ver a la hermosa jovencita que había entrado al local.

- Bueno, esperamos que disfruten de su estancia, aqui esta el menú, en unos minutos vendré a por sus pedidos -dijo Ayame retirándose y dejando a Naruto con una gran incógnita de por que no lo había reconocido-.

- Masutā... ¿por que mira a esa mujer? -preguntó teniendo un extraño sentimiento contra la castaña-

- Es que se me hace extraño de que Ayame no me reconozca. Tal vez cambie mucho estos años o algo así -respondo el confundido por la forma que la castaña no lo reconociera-.

- Masutā... usted se ve... igual que la primera vez cuando nos conocimos. Yo no creo que usted cambiara en lo absoluto -dijo Ikaros mirando a Naruto y con un pequeño sonrojo-.

- Gracias por decir esas palabras, tu tampoco has cambiado., sigues siendo la misma chica agradable que conocí -dijo el rubio con un leve sonrojo-.

- Lamento la demora... pero estamos un poco llenos como pudieron ver... ahora que les parece si tomo su pedido -dio Ayame que todavía no reconocía a Naruto-.

- Ummm... Ayame, por saber... ¿te acuerdas de mi? -pregunto el rubio señalándose a si mismo-.

La cocinera no sabia a lo que el "Cliente" decía, pero cuando vio detalladamente el rostro del chico pudo notar esa cabellera rubia alborotada, esos ojos azules como el cielo y esas marcas distintivas en sus mejillas.

El Angel Guardia De NarutoWhere stories live. Discover now