Entre ella y tu

Entre ella y yo

Presentía que la lluvia pasaría y aun así salí de mi hogar sin ninguna protección.

Había comenzado a llover a cielo cerrado indicando que no pararía por un largo rato.

Y sonreí.

Pues sería mi oportunidad para poder decirte lo que siento.

Sabía que llevarías un paraguas contigo, los últimos tres años a tu lado me habían enseñado que en estas épocas del año siempre llevabas uno porque, en tus palabras, hay que estar precavidos, es aburrido estar resfriado.

Habias dicho aquello un año atrás cuando un escenario igual se presentó.

Mas este era diferente.

--Qué bueno que no te has ido, así podremos bajar juntos-- propuse sin poder evitar la emoción que me llenaba.

--Está bien, pero primero déjame volver por mi cuaderno. Lo olvide-- dijiste y yo asentí.

Al regresar venías con ella, parecía sorprendida cuando me vio y sobre todo cuando sacaste nuestro refugio incitándonos a entrar bajo de él.

Caminamos cuesta abajo dejando la montaña atrás hablando de tonterías y no pude evitar preocuparme al ver que la mitad de tu cuerpo salía del refugio, te enfermarías.

Ese refugio que un año atrás sirvió para acercarnos hoy era profanado con la presencia de un tercero.

La quiero, es mi mejor amiga, pero habría preferido que no hubieses regresado para poder bajar sólo contigo.

Esa era la oportunidad que quería.

Ahora no podré usarla.

Tengo miedo, miedo de la cercanía que has adquirido con Okuda.

Sé que te gusta, tú lo dijiste aquella vez y aún duele imaginar que en cualquier momento ustedes lleguen siendo pareja.

Pero también sé que sientes algo por mí.

Así que no me rendiré tan fácilmente.

Ví cuando le sonreías a ella y me niego a aceptar que le sonrias como a mi.

¿Cómo decir que te quiero más de lo que pueden imaginar?

Akari gusta de mí, lo sé.

Lo he sabido siempre, pero es mejor ingnorarlo antes de darle una señal de esperanza.

Al que quiero es a ti, y tú no me das tregua.

Patético, lo sé, pues me proclamo dueño de tu cariño.

Quiero escucharte decir que me quieres.

Que me quieres tanto o más que como yo a ti.

Dime que eso que sientes por mí es algo más que solo cariño de amigo.

Quiza es egoísta, pero no me importa, estoy enamorado de ti.

Karma, estoy enamorado de ti.

Y es por eso que no entiendo porque te vas.

Sonríes y guiñas un ojo al llegar al pie de la montaña y te veo alejarte bajo la lluvia dejando atrás tu escudo contra un resfrió.

Sé que detestas enfermarte y aun así te atreves a dejarme aquí con ella.

--Asegúrate que Akari llegue seca a su casa-- te escucho decir mientras te alejas.

No sé qué esperas con esto.

Y lo siento, pero no.

--Lo siento, Akari-- interrumpo sus pensamientos.

Detengo su segundo intento de confesarse.

Lo lamento, pero no puedo darle esperanzas donde no las tendrá.

--Ya lo sabía-- responde aceptando la realidad y le agradezco.

Sonrió con cariño hacia ella y sé que sabe que con ello me disculpo por la frialdad al romper sus esperanzas.

Pues es la verdad.

Entre ella y yo no hay más que una hermosa amistad.

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