19. ¿Chismosos? ¿Nosotros?

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Triz se apoyó en la rueda delantera del coche de Evan y fue levantándose poco a poco mientras sostenía el móvil a la altura de su cabeza, vio como se asomaba por la ventana y no pudo evitar reírse.

Iba a ponerse furiosa cuando se diera cuenta del engaño. Y hablando de eso...Triz volteó hacia él y lo miró con cólera por lo que se limitó a saludarla con diversión antes de beber del granizado.

―¡Me has engañado!—gritó Triz mientras caminaba con pasos furiosos hacia él—. ¿Y de dónde sacaste ese granizado?

―Lo había dejado aquí para beber algo mientras hacías de espía—respondió con media sonrisa, Triz fulminó con la mirada pero él sólo pudo seguir sonriéndole. Era muy graciosa cuando se enojaba.

―¡Eres realmente insufrible!—gritó ella quitándole el granizado de un manotazo—. Me debes una noticia.

Vio como su cara se iluminaba y él frunció el ceño, tenía una ligera sospecha sobre lo que acababa de pensar y eso significaba que debía huir antes de que empezara con su interrogatorio.

La escuchó comenzar a hacer preguntas pero no le hizo caso hasta...

―¿Qué piensas de mi admirador secreto?

¿Acababa de preguntarle su opinión sobre Pablo?

Genial. Si ella era la que sacaba el tema no tenía problemas en enumerar las razones por las que ese chico definitivamente no era para ella.

―Pues mira, ya que mencionas a tu admirador secreto—empezó dándose la vuelta para hablarle de forma directa pero en cuanto la miró se quedó callado, Triz lo admiraba con ojos brillantes y con una gran expectación; la miró fijamente y ella pareció más ansiosa por su respuesta—. No es nada, olvídalo.

Murmuró molesto antes de comenzar a caminar con ella a su lado bebiendo granizado.

Triz le había dicho que ese era su primer admirador secreto y después de ver su cara de ilusión le daba un poco de reparo romper esa burbujita de felicidad en la que estaba metida.

La dejaría ser feliz por hoy, mañana hablaría seriamente con ella. Era linda, audaz, divertida, inteligente y aunque estuviese un poco loca podía conseguir a alguien mucho mejor que ese idiota prepotente que creía que podía amenazarlo.

Sacudió la cabeza con fuerza y afortunadamente a lo lejos divisó a Dan y Sonia sentados en un banco por lo que sonrió contento; con eso podría entretenerla para que no volviese a la facultad de Periodismo con su "admirador secreto".

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¿Por qué seguía viniendo a estas citas?

¡Ah sí! Para que Ann estuviese entretenida buscándole novia y pasase menos tiempo con Kyle, aunque estaba empezando a cansarse. Si bien la mayoría de las chicas tenían sus mismos gustos y eran muy atractivas había algo que fallaba, no sabía por qué pero ninguna conseguía despertar su interés por más de quince minutos.

Disimuladamente miró su reloj y vio que sólo habían pasado dos minutos desde la última vez que miró.

En cuanto pasasen otros diez minutos se inventaría alguna excusa y se iría con Triz a buscar la nueva tienda de videojuegos sobre la que le habían hablado. Y hablando de Triz, ¿dónde se había escondido hoy?

No la encontraba por ningún lado.

Disimuladamente revisó toda la cafetería y se llevó una sorpresa al encontrarse a Nora y José sentados dos mesas por detrás de él, frunció el ceño y se puso en pie.

―Acabo de ver a unos amigos, voy a saludarlos—dijo rápidamente sin esperar una contestación por parte de su cita.

―No puedo creer que le siguieses el coqueteo a la camarera—escuchó quejarse a Nora.

¿El mejor sabor de helado? Tú (TQST Libro #3)©  [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora