—¿Vas a pasar?

—En realidad se me ha ocurrido una idea, ¿quieres venir? — sugirió dando la ultima mordida a mi pan.

—¿A dónde? — inquirí.

—Solo ven — insistió dándose la vuelta caminando hacia su moto.

Tuve que pensar rápidamente en qué hacer, pero al final de todo, me veía regresando a la sala para apagar la televisión, dejar la cuchara, tomar mi celular y salir de la casa.

—Estoy casi en pijama — me quejé.

Luke se dio la vuelta y me miró neutro.

—Te ves bien con cualquier cosa, al menos para mí — se encogió de hombros y se montó. Mis mejillas tomaron un color carmesí y reprimí una sonrisa —Sube, solo intenta no recargarte en mi espalda.

Le hice caso a su indicación un poco dudosa pasando mis manos por su cadera y sin apoyar mi rostro en su espalda, todavía sentía un poco de inseguridad, no por parte de él, sino de las demás personas que venían en dirección opuesta.

Iba oscurecer en unos pocos minutos y tenía que avisarle a mi madre si no es que quería otro castigo. Luke detuvo la moto poco a poco mientras frenaba y aceleraba a propósito.

—¡No hagas eso! — regañé tajante.

—Es divertido sentir como te sujetas a mí aún con más fuerza — dio una carcajada y le di un manotazo en su espalda.

Él dio un quejido deteniendo por completo la moto y sentí sus músculos tensar, entonces mi rostro cayó con culpabilidad y a la vez entendiendo todo.

—¿Lo hizo de nuevo? —susurré.

Luke no dijo nada, seguía con sus manos en los extremos de la moto, pero apretando las manijas lo demasiado duro para hacer notar las venas en ellas.

Me sentí mal, al igual que sentí el enojo e impotencia emanar mi cuerpo, detestaba saber que Luke estaba en un mal momento y yo no podía hacer nada para evitarlo, habían cosas que aún no entendía, pero tenía en claro que su padre no debía golpearlo al grado de lastimar su piel, ¿qué ocurría por la cabeza de ese hombre?

Me bajé de la moto y me posicioné a un lado de él, su rostro estaba caído mirando hacia el suelo, puse mi mano sobre su hombro y sus músculos se relajaron. Una lagrima descendió por su mejillas y mi corazón se rompió.

—Ésto no estaba entre mis planes — murmuró.

—¿Qué cosa?— pregunté sin entender.

—Verme así, enterarte que no he tenido una buena semana —acotejó alzando la mirada hacia mí—. Pero prefiero no hablar de eso. —Movió su cabeza y pasó el torso de su mano por sus ojos— ¿Cómo te ha ido con Matthew?

—En realidad no quiero hablar de él — confesé.

—¿Por qué? Ha sido espectacular la forma en que te pidió que fueras su novia — admitió con una sonrisa de lado — Me alegra que seas feliz con él, al menos no todos son caras tristes.

No tenía nada que decir ante sus palabras, me sentía incomoda hablar del chico con cabello rojizo cobre, no podía negar que estaba feliz por ser su novia. Había deseado tanto serlo, pero ahora que por fin lo era, no se sentía bien, creo que al negarse a verme me hacía sentir más atracción a él.

—No es lo mismo ¿sabes? Yo también prefiero no hablar de eso — me abracé a mí misma y le dediqué una sonrisa torcida a penas elevando la comisura de mis labios.

Luke se bajó de la moto y se acercó tan solo a unos centímetros de mí, apreciando bien la escena y el momento, él era casi dos cabezas más alto que yo, siempre lo había sido.

—¿Tan incómodo es el tema?— murmuró con la voz ronca enviando una sensación de electricidad por todo mi cuerpo — ¿O lo es el momento?

No podía articular ni una palabras, mis ojos miraban fijamente los suyos sin parpadear, y no podía hacer otra cosa que respirar y parpadear.

—Luke...

A penas susurré, cuando sus labios tocaron los míos, de nuevo. Sabía que tenía que detenerme, decirle a mis pies que se alejaran, a mi mente que reaccionara, y que mis labios no se movieran, pero todo eso se fue al caño cuando el contacto de los dos, era uno solo. Otra vez nos movíamos al compás sintiendo el mundo detenerse y solamente nosotros dos moverse, tranquilo, pero arrollador, así era este sentimiento que sentía y así era Luke.

Él se detuvo y alejó su rostro unos centímetros de mí, lamió su arito mirándome y elevó una de sus manos a mi mejilla para acariciarla con la yema de su pulgar.

—Hasley — pronunció lento y suave — Nos estamos destruyendo de la forma más hermosa y bella que hay, ¿te das cuenta?

—Creo... — balbuceé todavía tratando de asimilar lo que había dicho.

—Estamos creando nuestro propio Boulevard, solo que éste tendrá un final para uno de nosotros, y déjame decirte que no me arrepentiré.

Y volvió a unir nuestros labios, creando una perfecta tormenta con dudas, preguntas y sin respuestas en mi cabeza.

BOULEVARD © #1  [✔]Where stories live. Discover now