|Capítulo Narrado|

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La película empezaba con una hermosa mujer leyendo la última página de un libro, y al terminarlo, ella lo cerraba y entraba a su casa, donde estaban sus hermanas espiando a través de la puerta una conversación entre sus padres, los señores Bennett.

Mientras la película avanzaba, me atrapaba con la dulzura escondida de Mr. Darcy y los pensamientos y acciones de Elizabeth. Escuché que estaba basada en un libro, y que la autora se llamaba Jane Austen.

Lástima, y yo que quería leer el libro...

Cuando acabó la película, pude sentir una lágrima saliendo de mis ojos y bajando por mi mejilla. Definitivamente, era una hermosa película.

Revisé la hora. Eran las 6:57 de la tarde. "Justo a tiempo para mi último atardecer", pensé.

Lo que hice fue tomar la escalera de metal que mi mamá guardaba en el cuarto de lavar, traerla hasta la entrada, y finalmente, escalarla y llegar  al techo.

Esperé unos minutos y, finalmente, pude apreciar un hermoso atardecer. Una hermosa y magnífica combinación de diferentes tonos de azul, rojo, amarillo y morado.

Me coloqué los audífonos y escuché mi canción preferida mientras veía como el sol abandonaba el cielo y era remplazado por la luna.

Al acabar tal espectáculo por parte de la naturaleza, bajé del techo, guardé la escalera y me dirigí a mi cuarto. Era la hora de acabar con mi vida.

Aún con mis audífonos puestos, anudé una soga que había comprado a escondidas, y con mucho cuidado, me paré sobre mi cama y puse mi cuello alrededor de esa soga.

Mientras sentía como mi cuello dolía y mi aire se acababa, seguía escuchando esa canción que tanto me ayudó en ocasiones difíciles y que tanto amé y amaré por siempre.

Cuz I'm only a crack

In this castle of glass

Are there anything left

For you to see....

For you to see?

Era oficial... mi vida había acabado. Sólo un milagro evitaría que muriera.

Y yo hace tiempo que dejé de creer en los milagros...

Narrador: 3era persona

A Daniela la había dejado su grupo de amigos en la entrada de su casa después de haber hecho un trabajo en equipo. Al terminarlo, tomaron un poco y la regresaron temprano a casa.

Cuando entró, encontró mucho desorden en la casa. La televisión estaba prendida, había un bote de palomitas sucio en la barra, dos sartenes estaban sucias y en el lavaplatos, y había cascaras de huevo en el piso, cerca del bote de basura.

Su personalidad ordenada no pudo evitar enloquecer un poco al ver tal caos en su sala y en su cocina. De inmediato, culpó mentalmente a su hermana menor, Georgina. "Maldita mocosa desordenada, de grande de seguro vivirá en un marranero", pensó mientras dejaba su bolsa en la barra y se dirigía al cuarto de su hermana.

Lo que no se imaginaba, era que, al abrir la puerta, se encontraría con una escena bastante preocupante. Su hermana menor estaba con los ojos cerrados, y su cuello estaba alrededor de una soga. De inmediato, tomó una navaja suiza que tenía en su bolsillo y con algo de fuerza, cortó esa soga, esperando haber salvado a su hermana a tiempo.

Dios mío...— dijo mientras sostenía el cuerpo tan pequeño y robusto de su hermana pequeña—...¡¿qué hiciste, niña?!

Su hermana entreabrió los ojos, logrando obtener una imagen muy poco clara de su hermana, a la cual reconoció por su tono de voz tan autoritario, parecido al de su mamá, pero con un toque que parecía más racional.

Herma...na...—susurró Georgina.

—¡Joder, Gina! ¿¡Qué demonios estabas pensando?!—gritó preocupada mientras revisaba el cuerpo de su hermana. En sus manos encontró su teléfono conectado a sus grandes audífonos de color negro. Reproducía la canción "Castle of Glass", de Linkin Park.

Sólo... no... le digas... a mamá—susurró débil mientras iba cerrando poco a poco sus ojos.

Aproveché para tomar su teléfono y hablar al 911.

—¿Hola?... Sí, ¿pueden traerme una ambulancia lo más rápido posible? ...¡¿Qué?! ...¡Eso es mucho tiempo, la necesito ahora! ¡Mi hermana se está muriendo!—gritaba mientras derramaba unas lágrimas debido a la situación en la que estaba.

Se siguió preguntando diferentes cosas mientras esperaba a la ambulancia y comprobaba el estado de su hermana. Su pulso era débil, pero constante.

No sabía que significaba eso, pero le aseguraba que estaba viva, y para ella, eso era más que suficiente.

Querida hermana mayor  Where stories live. Discover now