Despertar

588 46 8
                                    

El sonido del despertador me saca de mis sueños. Son las siete de la mañana, ha llovido toda la noche así que es realmente agradable estar en la cama. Vuelvo a meterme en las cálidas mantas y me acurrucó entre los brazos y el pecho de él.

-Tienes que levantarte, se te hará tarde -dice mientras me abraza con fuerza acercándome mas a él.

-Ya lo se -contesto con voz amodorrada.

-¿Que puedo hacer para que despiertes? -ronronea mientras su mano libre comienza a subir por mi cadera, apretando una de mis nalgas.

-Ummmmmm, vas muy bien -Le digo mirándolo a los ojos.

-¿Así?-contesta alzando una de sus cejas. -Puedo hacerlo mejor sabes.

-No, creo que debo levantarme.- apartó las mantas.

-Oh no, tu no harás eso.

Siwon se monta sobre mi  impidiendo que me mueva, tomando mis manos por arriba de mi cabeza.

-Apártate, eres muy pesado -él comienza a reír. -No te dejare hacer nada mas, ¡Suéltame! -Forcejeo un poco tratando de zafar mis manos, pero él es mas fuerte.

-Deja de moverte de esa manera o no respondo.

Me quedo quieta, rígida, Siwon estira las piernas y empuja su erección contra mi vientre -"¡Santo Dios!" pienso cerrando los ojos cuando siento el tamaño de su excitación, dije que no lo dejaría hacer nada, pero es de sabios cambiar de opinión.

-Abre las piernas -me ordena.

-NO -Contesto tajante -Tengo que ir a trabajar.

-¡Aaaah! ¿así que eres esa clase de mujer? -me dice mientras roza mis labios -Ahora voy hacer que me supliques -Susurra contra mi boca.

"¡Diablos! no pensé que se lo fuera a tomar de esa manera"-. Estaba apunto de rendirme cuando comenzó a besarme de nuevo, introduciendo su lengua en mi boca, acariciando mis labios envenenandome con el sabor de su saliva. Quiero tocarlo, quiero acariciar su cabello, su espalda, sus brazos, pero él no me deja, aun me sostiene las manos por arriba de la cabeza.

Siwon baja por mi garganta hasta mis senos acariciándolos a través del camisón con la punta de su lengua, Siwon levanta la cara para apreciar mi reacción, yo tengo los ojos cerrados.

-Abre los ojos, ¿Acaso tampoco vas a mirarme?

--No... -Vuelvo a decirle-- De verdad tengo que irme, mi reunión es muy impor... --Siwon no me deja terminar, por que vuelve a atrapar mi boca con la suya y me besa con intensidad, con profundidad, mientras sigue empujando su pelvis contra mi vientre. "¡Por Dios! voy a enloquecer"

--No hables, a menos que sea para rogar que te penetre. --Siwon me suelta las manos y me las coloca a los costados, mientras el sube mi camisón hasta sacárlo por la cabeza. --Que hermosa eres-- me dice mientras observa mis senos y se inclina para besarlos y  luego rozarlos con la punta de su lengua dejando rastros de saliva.

Mi cuerpo traicionero responde a su caricia arqueándose. Suelto un gemido.

--Allí estas --me dice sonriendo con complacencia. --Y eso que apenas comienzo.

Estar así,  desnuda, expuesta de esa manera ante él, me hace sentir vulnerable, me muero por tocarlo, por acariciarlo, por besarlo. Su cabeza sigue bajando mas y mas, besando, lamiendo. Llega hasta mi intimidad y suelto un suspiro, mis caderas se alzan.

--¿Esto quieres? Tienes que pedírmelo. No, tienes que suplicar-- dice sonriendo burlónamente mirándome a la cara,  estoy roja de vergüenza.

Baja por mis piernas, me hace levantar una y besa la cara interna de mis muslos.

Esta tan excitado que si no comienzo a implorar tendrá que ir a darse una ducha de agua helada, y Dios y yo sabemos que no tiene ninguna intensión de hacer eso. Se aparta a un lado y se quita el pantalón de la pijama. Entonces, se echa mis piernas sobre  los hombros y pone su rostro frente a mi femineidad. Aun no me toca y mi cuerpo tiembla de anticipación. Él sonríe ante esa reacción  y acto seguido roza con su lengua ese pequeño nódulo de carne, provocandome espasmos en el cuerpo. No puedo resistir mas y los gemidos escapan de mi garganta, la pasión recorre mi espina dorsal y mi cuerpo se mueve como si tuviera voluntad propia. Siwon se aparta, se coloca al lado de mi y sus dedos toman el lugar de su lengua, mi cuerpo reacciona de nuevo, "¿de verdad quiere que le ruegue?" Me besa de nuevo. Pasa su brazo libre al rededor de mis hombros mientras mi cuerpo se mueve espasmosamente.

--Solo tienes que decir por favor --me susurra con voz ronca por el deseo mientras escondo la cara entre su hombro y su cuello.

--P...or...f...a...vooor, Siwon --digo entre jadeos ya que él no deja de tocarme.

--No te escucho... -- dice mientras aparta su mano y coloca su miembro erecto entre mis piernas.

--Por... fa... vor... amor, por... favor.

--Por favor, ¿qué?

Me hace desesperar.
--Hazlo ya, por favor-- tomo su miembro erecto y coloco la punta en mi endidura provocando en él un gemido estentóreo.
Sonríe triunfante y situándose entre mis piernas, toma mis caderas levantandolas, acomodandolas para tener un mejor acceso. 
Y cuando por fin comienza su invasión, exclama:

--¡Por Dios! estas tan cálida y mojada.
Y entra despacio, muy despacio, muevo la cadera y  se mueve conmigo.
Empuja con fuerza para entrar mas profundamente y se queda un momento allí y luego repite la operación un par de veces más mientras contraigo mi vagina con él dentro, se que le vuelve loco ese movimiento.
Aún que me encanta como su espalda me cubre como manto protector, quiero estar sobre él, tener el control, tener a un hombre como él a mi merced.
Hago el moviento y me coloco a horcajadas sobre su vientre duro y plano, deslizó su erección en mi cuerpo y comienzo a moverme sobre él, disfrutándolo, observando como esto lo excita a un mas, me muevo adelante y atrás, estoy apunto de llegar al orgasmo, pero... me detiene, me pone de cara al colchón y me hace levantar las caderas, él entra de nuevo y sus movimientos son mas rápidos y fuertes, sus dedos acarician de nuevo mi sexo palpitante y hambriento, siento que muero de placer.

Alcanzamos el climax. Cae sobre mi espalda, me doy vuelta y se acomoda sobre mi pecho.

--Ya puedes irte a trabajar --ronronea como un gato satisfecho y victorioso.

Sin mas, me muevo para levantarme, pero me quedó sentada en la cama, las piernas aun me tiemblan.

Él, se acomoda boca abajo volteando la cara al lado contrario.
Cruzo los brazos sobre mi pecho desnudo.

"presuntuoso engreído"-- pienso mientras me dirijo al baño, cuando de repente siento sus brazos de alrededor de mi cintura y recarga la barbilla sobre mi hombro.

--¡Te amo! -- expresa con cariño dándome un suave beso en el hombro, luego me empuja hacia el baño dándome una palmada en el trasero.

DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora