【La princesa y el caballero】❥ ShadAmy

Capítulo 1

La princesa de cabellos pétalos de rosa se encontraba en su gran ventanal, observando los diminutos puntos brillantes que adornaban el manto de la noche.

Sus ojos pasaban por cada estrella del firmamento, pensando en mil cosas a la vez. A pesar de su corta edad, razonaba como una adulta y tenía en su cabecita pensamientos más allá de su cargo que la hacían llenarse de preocupación.

Toc, toc

     —Adelante.

Una eriza de pelaje rosa oscuro entró en la habitación. Era la hermana mayor de la princesa.

     —Amy, la cena está servida.

     —Bajaré en un minuto.

La mayor se acercó al lado de su hermana y apoyó sus manos en la barandilla de la terraza mientras observaba el cielo. Permaneció así por unos segundos, hasta que empezó una conversación.

     —¿Qué te ocurre?

     —Estoy bien, ¿por qué?

     —Cuando estás triste miras mucho el cielo.

     —No es nada, solo estoy un poco cansada. Vamos a cenar. —Dibujó una pequeña sonrisa en su rostro.

Las dos erizas bajaron por las lujosas escaleras para llegar al amplio comedor de castillo, donde se encontraban ya sus padres sentados. Ellas tomaron asiento también.

Los cuatro integrantes empezaron a comer. El silencio se hizo presente, como de costumbre, pero fue roto prontamente por el rey.

     —Pronto es tu cumpleaños.

     —Lo sé... —respondió la pelirrosa.

     —Este cumpleaños es muy importante. Estás cerca de la adultez, por ello hemos pensado que deberías prometerte con un chico. Es del reino vecino, el reino de plata.

     —...¿P-perdón? —preguntó Amy muy en desacuerdo. No se podía creer que ellos fueran a elegir con quién debía casarse. Lo más lógico es que eso lo eligiera ella misma.

     —Decía que-

     —YA te oí —corta ella bruscamente.

Su madre le hizo un gesto para indicarle que debía hablar con más educación.

     —No me mires así, mamá... No pienso casarme con alguien que no me gusta.

     —Dale una oportunidad al chico —dijo su padre—. No hemos elegido a cualquiera. Él es el príncipe de Silvenia, es la mejor opción para ti. Estamos pensando en tu futuro.

     —¿Cómo va a ser la mejor opción para mí un completo desconocido? ¡No pienso casarme con nadie por obligación!

     —Controla tus modales, Amy —replicó, intentando mantener la compostura y el tono de voz, pero parecía que aquella conversación se estaba acalorando irremediablemente.

     —¿¡Quién crees que eres para darme órdenes!?

     —¡Soy tu padre!

     —¡¡Tú no eres mi padre!! —gritó, casi explotando en llanto, para luego subir las escaleras hasta su habitación sin decir nada más.

     —Debería ir a ver cómo está —indicó su hermana.

Emily se levantó de su asiento y persiguió a su hermana. Amy abrió la puerta de su habitación y se dirigió directamente a su cama, empapando la almohada en lágrimas frías.