En un día Lunes en esos que todos odian el frío de la capital Santiaguina se hacia notar, congelando hasta el último pelo del trasero de Aries...
7:30 a.m Debería haber estado en pie a las siete pero bueno. Algo es algo ¿no?. Lo primero que hice fue darle comida a mi perro, a mis conejos, a mis cuyos, a mi gallo, a mis gallinas y a mis pollitos por último me senté odiando un nuevo día a la humanidad, yo no necesito estudiar es decir, soy perfecta e inteligente, mi abuela me saluda con pocas ganas a lo que yo respondo igual o quizás peor solo soy capaz de mover la cabeza y gruñir, me baño, me visto y estoy lista,arrastró mis pies a la puerta y de pronto escucho..
-ARIEEEES ¿Tu no vas a desayunar?-mi abuela viene arreglándose el pelo,me rió.
-Abuela pero si ya comí-camino al paradero y maldigo esperando la micro,no paran las weas, si , no ,si, listo estoy camino al Liceocarcel.
Virgo..
6:30 a.m Suena la alarma con su singular canción que en fin la odio, me levanto perezosamente de la cama enfriando-me rápidamente mis pies descalzos.
Abro la puerta y camino adormilada al comedor me quedo de pie mirando que puedo comer y no hay nada rico, bufo y camino de vuelta me siento frente la puerta del baño esperando que mi padre salga cosa que demora mas de lo esperado cuando sale me sacude el pelo amistosa-mente, entro al baño y me doy una ducha rápida, me visto y estoy lista. Enciendo la tele y miro la hora siete diecisiete de la mañana ocupo el tiempo sobrante en ordenar mi mochila y en revisar las App de mi celular en eso dan las siente veinticuatro, mi madre se levanta y me arregla el bolso del almuerzo repitiéndome varias veces.
-Virgo ¿Guardaste las llaves? ¿La colación? ¿Llevas todo?
-Si.-digo de mala gana.
-¿Si, que Virgo?
-Si mamá.
Salgo de la casa a las 7.36 a.m , camino rápidamente tratando de no tropezar mientras me arreglo los audífonos dentro del poleron, me topo con la misma gente que todos los días. Llego a las puertas del Liceo,miro nuevamente la hora y suspiro aliviada.