Y tú qué.
Qué sientes.
Qué narices te duele.
Qué miedos tienes.
Dónde sueles caer.
Cuál es tu punto débil.
Esto es conocer a alguien.
Poner una pistola en el cerebro y disparar cuestiones que realmente importan. Meterte y mojarte hasta el fondo.
Déjate de gustos, en serio, déjate.
Atraviesa su laberinto de opiniones y excava sus rincones más inhóspitos.
Quizá no sea fácil,
y un caparazón con forma de fachada te amenace,
Pero no abandones tu búsqueda.
Mira a los ojos y pregunta de una vez: ¿Qué te importa?
¿Qué te preocupa ?
¿Qué te duele?
Y cuando aquel, ese individuo de frente comience a responderte,
Cuando no encuentre palabras, sino sentimientos que explicarte,
Cuando te hable con el corazón en la boca,
Cuando dude,
Cuando llore.
Sólo entonces, le estarás conociendo.
