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El reloj marcaba las seis en punto...pero Kageyama recién había llegado a la estación de tren. Gracias a que el profesor de la ultima hora falto, pudo tomar sus cosas y salir en la búsqueda del pecoso. Corrió por las escaleras hasta llagar al anden...

Las puertas del tren se cerraron...había tanta gente que no alcanzó a encontrarlo...¡No podía ser cierto!, Yamaguchi no podía irse de esta manera...

-¡Demonios!...-golpeó el pilar del cual se estaba sujetando

Suspiró, correr  no sirvió de nada si llegó tarde...¿Por qué tenia que arruinar todo?...quería llorar, no pudo despedirse de la persona que amaba...y no la volvería a ver...¿Podría esto terminar peor?

-¡AAAHHH!...¡YAMAGUCHI!-gritó dolorosamente

-¿Qué sucede?

El rey casi explotó por el susto, el pecoso estaba detrás...su corazón estaba a punto de detenerse y morir por aquella sorpresa...¿Qué era esto? ¿Un milagro?

-¿N-no te marcharías?-no podía controlar su nerviosismo

-Fui a comprar un jugo, así que espero el próximo tren-sonrió

El silencio envolvió ese pequeño lugar que estaban ocupando...¿Por donde debía empezar?...no podía ordenar todos los sentimientos que quería decir...¡Vamos Tobio, piensa! Tenia un tiempo reducido, el próximo tren llegaría en unos cinco minutos...pero apenas podía articular las palabras ¿Realmente estaría bien?

Observaba aquel rostro que tanto amaba...aquellos hombros delicados...su pecho, su cintura..sus caderas...su bolso...¿Su bolso?, era cierto...no estaba allí para admirar su hermosura...el tiempo se agotaba...

-¡ERAS TU!-levantó el tono de voz

-¿Yo que?-preguntó nervioso

-¡TU SIEMPRE FUISTE MI AMOR NO CORRESPONDIDO!...-tomó con fuerzas sus hombros-...todo este tiempo, siempre fuiste tu...nunca quise engañarte, pero tenía miedo de ser rechazado...tu estabas muy triste por Tsukishima...el siempre estaba presente...siempre...por eso...yo

-Tobio Kageyama...-el rey lo observó sin entender-...todo este tiempo, lo único en lo que pensé mientras estaba contigo era en ti, Kageyama Tobio...-se sonrojó

-¿Entonces porque no lo negaste cuando te lo pregunte?-lo zamarreo un poco, debido a lo nervioso que estaba

-Porque ese día estabas sufriendo...y yo no quería verte así...solo dije lo que querías oír-se restregó su cabello-...entonces...la persona que te gusta...

-¡NUNCA FUISTE UN REEMPLAZO!...yo...yo...¡YO ME ENAMORE DE TI DESDE HACE MUCHO TIEMPO!

Los dos jóvenes se quedaron mirando, las cálidas palabras de Kageyama habían resonado en todo el interior de Yamaguchi...ambos se sonrojaron por la intensidad de aquellos sentimientos. El ambiente había cambiando completamente.

Se arrodillaron debido a la gran vergüenza, se habían dado cuenta de lo tontos que fueron y que todo el sufrimiento se habría podido evitar siendo honestos...pero no era para nada fácil. Yamaguchi escondió su rostro entre sus piernas, Kagayema lo observaba con todo su rostro rojo,tomó su mano...ahora era mas cálida que antes.

El alto parlante anunció la llegada del tren, Yamaguchi se levantó bruscamente, tomó su bolso para subirse...pero fue detenido por la mano de Kageyama quien lo estaba observando como un pequeño perrito que estaba siendo abandonado a su suerte...

-¡No te vayas!-apretó con fuerza su mano

-Lo siento...pero debo hacerlo- intentó llegar hasta la puerta del tren

-¡No me dejes!-el rostro a punto de llorar del rey, quebró por completo el corazón del pecoso, pero ya era muy tarde

La puerta del tren se cerró, Yamaguchi observaba a través de la ventana en movimiento...era una decisión de la cual no se arrepentiría, pero en el fondo estaba demasiado feliz...escuchar aquellas palabras de la persona que quería...era magnifico.

El silencio del tren provocaba que se repitiera una y otra vez la escena de la declaración de Kageyama y no podía evitar sonreír, había sido mejor de lo que esperaba.

El tren se detuvo, bajó su bolso y suspiró...era momento de comenzar de nuevo y nada mejor que...

-¡¿QUE DEMONIOS HACEMOS EN MEDIO DEL CAMPO?!

-Vamos tranquilízate Kageyama-le sonrió

-¡¿Cómo quieres que me tranquilice?!...de la nada me jalaste al interior del tren sin explicarme nada, ¡Mi cerebro no funcionó durante todo el viaje!-desordenó su cabello desesperado, luego observó los alrededores-...¿Aquí vivirás desde ahora?

-¿Vivir?...¿De que hablas?

-Tsukishima me dijo que te habías trasladado...y que te ibas hoy...-lo observó confundido

-T-Tu...-el pecoso comenzó a carcajear frenéticamente, como si el mundo dependiera de aquella hermosa risa-...Tsukki te engaño

-¡¿Qué?!...¡Ese maldito cuatro ojos amargado!

-So-solo...-Yamaguchi inhaló para poder hablar bien-...solo vengo de visita por el fin de semana

-¡¿Queeeeeeee?!-se tomó la cabeza desesperado-...pe-pero yo...tu, te ibas...para siempre..

-Kageyema...-quitó sus manos de su cabeza y lo besó, tiernamente-...le tengo que agradecer a Tsukki, sin él...jamás hubieras venido por mi

-Oye no hables como si nunca lo podría haber hecho...solo tenia miedo...¡AHHH!...todo esto es tan raro...-suspiró cansado-...¿Dónde tomo el tren de regreso?

-¿No quieres pasar el fin de semana aquí?...-le agarró la mano-...hay muchas cosas que tenemos que aclarar

Otra vez, la dulce voz de Yamaguchi controló cada decisión del rey...¿Cómo decir que no, a esa hermosa cara? Kageyama estaba dispuesto hacer cualquier cosa, por mantenerse al lado de aquella cálida persona.

Caminaron  hasta llegar a un pequeño pueblo, el rey observaba impresionado por lo tranquilo de aquel lugar...aún no podía creer como resultaron las cosas. Sacó su celular y le envió un mensaje a su madre diciéndole que se quedaría en la casa de Yamaguchi durante el fin de semana, obviamente no le dijo que estaba en un tranquilo pueblo fuera de la cuidad.

-Siento que no debería estar aquí...digo, vengo con el uniforme y mi bolso...no tengo nada de ropa extra-comenzó a entrar en pánico

-No preocupes por pequeñeces...te prestare mi ropa, nuestra talla no están diferente así que no habrá problemas

Aun con eso, no se sentía cómodo, pero aquella hermosa sonrisa era capaz de hipnotizarlo y obligarlo a quedarse sin necesidad de decir algo...¿Era el poder del amor? O ¿Kageyama era un sumiso?...cualquiera fuera la respuesta eso no le importaba.

Se detuvieron en una tienda a comprar algo para beber, Yamaguchi recibió una llamada así que salió para no incomodar a la vendedora.

Era una casa estilo tradicional, algo pequeña...pero se veía acogedora, los recibió una tierna señora. Luego de un rato llegó un señor, ambos se sentaron en frete de los chicos...¿Qué pasaba con aquellas sonrisas? A Kageyama le resultaban muy familiares...

-Kageyama...ellos son mis abuelos...-la pareja saludo amablemente-....abuelos él es...

-¡Kageyama Tobio!-dijo totalmente nervioso, no pensó que se enfrentaría tan rápido a la familia del pecoso-...soy un compañero de clases

-¿Heee?-dijo el abuelo algo confundido-...Tadashi nos dijo que eras su novio, ¿Acaso nos mintió?

-Yo...-la mente de Kageyama estaba a punto de explotar ¿Cuándo les dijo?-...lo soy...pero no sabia que les contó, lo lamento

-Vaya, Tadashi si que tiene un novio encantador...espero que disfrutes tu estancia aquí Tobio-chan-volvió a sonreír aquella amable abuela

La familia Yamaguchi...comparte la genética de la sonrisa, fue lo que pensó Kageyama Tobio, al ser deslumbrado por la dulce pareja de ancianos...

Manos cálidas (KagexYama)Where stories live. Discover now