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—No lo haré —gritó Lauren retrocediendo—, ni creas que me prestaré a ello.

Cuando ella escuchó a Raiden decir que necesitaba algo a cambio, nunca imaginó la rareza de su propuesta. En realidad, nunca esperó que esas palabras salieran de sus labios, pero así fue. El muchacho necesitaba que ella finja ser su novia por unos días, solo para impresionar a sus tíos, quienes siempre soñaron que él consiga una mujer que le corresponda.

—Por favor, haré todo lo que pidas—rogó tomándola por los hombros, pero ella se separó rápidamente—. Lo entiendo, muy rápido. Pero en serio, son los parientes más irritantes que tuve en la vida y sólo debo mantenerlos contentos para que mi padre reciba buenas noticias.

—¿Qué quieres decir?

—Si ellos le informan a mi padre que vivo en un apartamento pequeño y desordenado junto a mi mejor amigo. Quien pasa las veinticuatro horas del día fumando marihuana, pensarán que ni siquiera me esfuerzo en mis estudios y seguramente, mi padre me sacará de la universidad y tendré que volver a vivir detrás de una panadería. Vendiendo pan junto a mi madre.

—¿Vives detrás de una panadería? —preguntó Lauren arrugando la nariz.

—Un local familiar, buen negocio por si te preguntas —contestó de manera altiva—. En teoría, deberás ayudarme.

Lauren lo pensó unos minutos, por un lado, quería aceptar de inmediato a su propuesta ella nunca limpiaría las heces de un gato. Pero, por otro lado, sabía (o creía saber) lo que Raiden sentía por ella y no deseaba empeorar las cosas o darle ideas inequívocas.

—¿Pretendes que sienta lastima por ti y te reciba en mi apartamento para fingir que soy el prototipo de esposa perfecta? —aclaró frunciendo el ceño, el muchacho solo asintió con la cabeza totalmente convencido—Déjame pensarlo.

—En ese caso también pensaré si quiero ayudarte —murmuró Raiden enojado—, puede que no me decida hasta dentro de dos días. Que lastima, supongo deberás encargarte del gato de tu amiga sola.

Ella pensó que quizás sería su chance para mostrarle a Michael que no lo necesitaba, que se encontraba mejor son él aunque eso sea una completa farsa.

—Espera —gritó Lauren—, lo haré.

Raiden sonrió abiertamente, para luego acercarse a ella y darle un gran abrazo. Lauren luchó para soltarse, lo que menos necesitaba era sentirlo tan cerca cuando había intentado chantajearla hace unos segundos. Entonces cuando el muchacho bajó la guardia, Lauren levantó la rodilla golpeándolo en su entrepierna. Él soltó un quejido de dolor para luego caer de rodillas haciendo una mueca de dolor.

—Eso es por...—habló la chica intentando decir la palabra correcta— intentar aprovecharte de mí.

Se alejó de él afirmando su mochila al hombro, mientras Raiden intentaba levantarse del suelo, la observó caminar y sonrió orgulloso. Por lo menos, su chica sabía defenderse, pensaba. Recordó cuando la vio por segunda vez y ella lo miró de arriba abajo mientras él intentaba conquistarla con lo primero que pasaba por su cabeza. Ese día terminó con un ojo morado y otro nuevo rechazo, nunca lo olvidaría.

...

Lauren miraba a su amiga prepararse, ella corría de un lado a otro, buscando su bolso. Traía puesto un vestido negro el cual le llegaba por las rodillas y unas botas militares. Encontró lo que buscaba debajo del sofá, riéndose de su propia torpeza y acomodó su cabello en una coleta desordenada.

—Te diría que amo tu atuendo —opinó Lauren mirando su manicura— pero soy muy buena amiga para mentirte. Lo odio totalmente.

—Gracias —respondió fulminándola con la mirada.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2016 ⏰

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