Soy Adicta

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                                      Soy Adicta

Todo comenzó en una escuela de rehabilitación, llamada ROGUER, donde hay asistían las persona que eran adictas a Drogas, bebida, cigarrillo etc., donde ofrecían que después de un años las personas seria restaurada por cada uno de los miembros especializado que contaba con cada unos de sus maestro; Aquí comienza la vida de Ana una joven que tan solo 24 años de edad ya era adicta a las bebidas alcohólicas, fue despedida en la mayoría de trabajo debido a sus borracheras que se daba días anteriores después de asistir a el trabajo, era tan adicta a sus bebidas, que siempre andaban con una botella para que satisfacer sus necesidad, ella era totalmente adicta, sus familia se preocupaban de una manera desesperante por la vida que llevaba su hija, en Enero, su padre decidió pagarle una escuela de rehabilitación, aunque ella no estaba de acuerdo con la idea de su padre, asedio solo con la condición que sino funcionaba, ellos dejarían de meterse en su vida, esta historia comienza el primer día de las clases de rehabilitación.

-Buenas soy Sr. Castillo desde hoy seré el encargado de ayudarlo para que puedan salir de los vicios que no edifican nada a su vida (hubo una pausa leve) -siguió hablando el Sr. Castillo- hoy me gustaría que cada uno se presentara y me digieran a que son adictos o porque están aquí cada uno de ustedes.

Todos los que estaban en la sala se miraron unos con otros, esperando a ver quien era el que comenzaría primero, con voz media baja, comenzó una mujer que vestía un traje gris y por su forma parecía una empresaria, Ana a ver a la mujer que casi quería hablar, pero a la vez se quedaba callada, pensó que podía ser adicta esa mujer si por su físico se veía toda una mujer empresarial y sin ningún problema.

-Hola a todos mi nombre es Julieta tengo 38 años de edad y soy adicta a las apuestas.

Hubo una  pausa larga...

Pero después continuaron uno a uno.

- Hola mi nombre es Sofía tengo 26 años de edad y soy adicta a las drogas.

-Buenas soy José, tengo 35 años de edad y soy adicto al casino.

-Soy Marcos tengo 25 años edad y estoy aquí, porque mate a una persona.

-Hola soy Ana, tengo 24 años y soy adicta a la bebida.

Ana en ese momento sintió media extraña, porque ella sabia que bebía constante mente no importara si era de día o si era conveniente, ella solo le importaba que tenia que beber, y haberlo dicho delante de esas personas que ella era ¨Adicta¨  era un poco nuevo para ella, Ana nunca se había clasificado ella misma como una persona adicta a las bebidas alcohólica.

Ana regreso a casa miro a su padre con mirada como que esperaba algo que el le dijera, pero solo el retiro la mirada y se fue del lugar, en la noche Ana se vistió como era de costumbre toda las noche, salió de su casa a beber, quería olvidar la estupidez que estaba cometiendo en ingresar a una escuela de rehabilitación, dando demostrar a cada persona que estaba ahí que ella era una alcohólica, bebió hasta que perdió la conciencia de si misma lo ultimo que recordó fue que su padre la estaba agarrando de un brazo, sacándola del bar donde ella se había metido.

Al día siguiente se despertó con un fuerte dolor de cabeza y se acerco al desayunador donde se encontraba su madre y su padre, en el asiento de ella se encontraba su desayuno y en una esquina una pastilla para el dolor de cabeza, ella miro a su padre y dijo:

-Fuiste tu, quien me fue a buscar al bar?

-¿Acaso pensaba que te iba a dejar amanecer allá cuando hoy tienes que asistir a la escuela? -dijo el padre, como si intentara decirle algo mas sobre lo que paso a noche- ve alístate para llevarte.

-¿no ha visto tu con tus propio ojos que eso no esta dando resultado? -Dijo Ana con una risa sarcástica- ¿todavía no pierdes la fe?

-Dijimos que era un año y solo llevas un día, cámbiate que vamos tarde.

Ana obedeció a su padre, ella siempre desde pequeña sentía un gran respecto a el, el la llevo como dijo a la escuela, entro por el salón que le tocaba tomar clases, y vio a los mismo personas que el día anterior, y también igual que ella lo vio que no había ningún cambio en ellos, rato después entra el Prof. Castillo, por la puerta, llevaba su maletín en una mano y en el otro muchos papeles, cuando se sentó dijo:

-Buenos Días, me imagino que ustedes pensaron que una clases, le quitarían los vicios, pero déjenme le decirle que por eso es que dura un año, todo es un proceso que todos deben pasar, hoy quiero conocerlo, osea de que hacen, a que dedica entre otras cosas.

-Saludo de nuevo, soy Julieta, soy administradora de una empresa, tengo 2 hijos, mi esposo no vive conmigo que prácticamente se puede decir que estamos separados, la mayor parte de mi tiempo la paso apostando, he llegado a los extremos con esa situación, tengo deuda en las mayoría de los bancos.

-Hola, me dedico a estudiar, aunque ahora mismo no estoy yendo a la universidad, tengo un novio que quiero mucho, y los dos entendemos que necesitamos las drogas para poder olvidar todo lo que pase alrededor, vivo con mi abuela-dijo Sofía-

-Teno 5 hijos no vivos con ellos, vivo en un apartamento chiquito, mi ultima esposa se fue de mi casa porque siempre llegaba tarde en la noche, pero que les puedo decir eses es mi necesidad me gusta jugar, algunas veces gano en otra no, pero es como un pasatiempo para mi que ya es difícil que sea eliminado de mi vida.-dijo José-

-Soy un chico de la calle desde pequeño, me dedico a repartir periódico para ganar un chamba y llevarle lo que gano a mi madre, vivo solo con ella, mi pasatiempo es disfrutar la vida con mis amigo.-dijo Marcos-

-Buenas, yo estudio en la universidad, trabajaba pero debido que llegaba con una resaca todo los día, me despidieron, vivos con mis padres y me encanta beber.

El Profesor cada vez que  hablaban lo escribía en un libro, cuando todos terminamos nos mira, y hizo varias preguntas que no tenia que ver con los vicios ni nada de eso, Ana se sentía incomoda a estar en un silla, escuchando la vida de los demás, como que si a ella le importara, y mas le molestaba que ella estuviera hablando de la de ella; Poco rato después el profesor hizo una seña de que se podían ir, cada uno agarro sus cosas y salieron como que si realmente desde el principio esperaban que el profesor dijera eso.

Soy AdictaWhere stories live. Discover now