capitulo #1-"Tiempo de Mudanzas"-

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Clara aparco el coche al lado del enorme camión de mudanzas. Después miro a su hija y, con gesto alegre le dijo:

-Esta va a ser nuestra nueva casa. Que te parece?

Marta no contesto la pregunta de su madre, pero bajo con rapidez del coche y se quedo parada ante el caserón que se alzaba, solitario, frente a ella. A aquellas horas del medio día, con el sol de agosto iluminando intensamente el jardín, el soportal y la casa entera, le resultaba difícil imaginar que en un lugar así pudiesen haber ocurrido los extraños sucesos que le había contado su padre y que había dejado una mezcla de curiosidad y desasosiego en su interior.

Por fuera la casa le pareció enorme, y aun se le pareció mas cuando, siguiendo los pasos de Clara, subió las escaleras del portal y entro en el espacioso recibidor. Cesar, su padre ya estaba dentro, junto con los de las mudanzas, que casi habían terminado de descargar todo lo que habían traído en el camión .Muebles, cajas y paquetes se amontonaban por todos lados. Marta y su madre tuvieron que andar sorteando los bultos, como quien recorre los caminos de un laberinto, para poder llegar a las escaleras que, desde el recibidor llevaban al piso de arriba.

Las escaleras remataban un espacio semicircular del que partían dos pasillos orientados perpendicularmente. Clara, seguida siempre por su hija, se encamino con paso decidido hasta una puerta que había al final del pasillo de la derecha.

-Ábrela-le dijo a Marta.

La niña abrió la puerta y entro en una habitación amplia y luminosa, con el techo muy alto y con el suelo de viejas tablas de ,tablas de madera. Frente a la puerta había un gran balcón por el que entraba la luz del sol, que lo iluminaba todo con una claridad que invitaba a la alegría.

-¿Te gusta tu nuevo dormitorio?¿verdad que es bonito?-Clara miraba a su hija, que se había quedado parada en medio del cuarto sin saber que decir, aunque en sus ojos se notaba la agradable sorpresa que acababa de llevarse. A continuación añadió:

-bajo a ayudar a tu padre, que hay mucho que hacer. Y tu también debes de echar una mano; puedes encargarte de que suban aquí tus muebles y todas las cajas que llevan escrito tu nombre.

La madre se marcho y marta se quedo sola en el cuarto. El espacio era enorme, mas del doble del que tenia en el piso en el que habían vivido hasta entonces, y la sensación de amplitud se veía reforzada por la ausencia de muebles. Se sentó en el suelo y contemplo aquella habitación vacía que iba a ser su nuevo territorio. Era agradable sentir el contacto de las maderas del piso, tibias por el calor del sol. Por primera vez en varios días, sintió que la embargaba una sensación de calma. Con los ojos cerrados , marta deseo intensamente ser feliz, en aquella nueva etapa, tan cargada de incertidumbres, que se abría ahora ante ella.

Pronto tuvo que interrumpir la meditación, porque los operarios de las mudanzas comenzaron a subir todo lo que estaba destinado a los cuartos de arriba. En el suyo colocaron los muebles que ya tenia en el piso de pontebranca: La cama, con la mesa de noche y el armario; Después de la mesa de trabajo; las dos sillas y los módulos de la librería. y, finalmente, la mesa con el ordenador que había sido de su madre, y que le habían regalado a ella cuando clara compro un equipo mas potente. Los muebles, en aquel espacio tan amplio, parecía parecía mucho mas pequeño que antes, como si hubiesen encogido durante el traslado a la nueva casa.

Además, dejaron en la habitación seis cajas que llevaban escrito su nombre "MARTA", con grandes letras rojas. Las mismas cajas que, solo dos días antes, habían llenado entre Clara y ella, en una tarde amarga que Marta prefería no recordar. En ellas estaban su ropa, los libros y los viejos juguetes de cuando era niña, además de otros objetos que guardaba en su dormitorio de la casa de pontebranca, el lugar en el que habían vivido desde que ella tenia memoria.

Avenida Del Parque 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora