Drama en la Isla

«CAPÍTULO DIEZ»

—Isabella... tú quieres a todos los chicos—rio Bianca.

—¡Es que todos están tan guapos! Los tengo separados desde los más sexys, hasta los más tiernos.

—¡Por Dios! —dijo Alex riendo, pero al segundo se puso seria—. N-No te gusta Jacob ¿Cierto?

Isabella rio.

—¡Claro que sí!¡Es súper guapo! —Alex tragó saliva—. Pero... eso es lo que pienso, mas no voy a hacer nada porque sé que es tuyo—le guiñó el ojo.

Alex suspiró aliviada.

—Saben quién también es realmente sexy—dijo Eiza sentándose junto a Isabella en la cama de Bianca—. Un chico que tiene una actitud asquerosa y misteriosa a la vez—dijo con un tono de voz sensual—. Nuestro compañero Bill.

Isabella asintió frenética totalmente de acuerdo con su compañera.

—¡Si, si, si, si! ¡Él es demasiado ardieeeenteeee! —dijo haciendo una mueca graciosa.

—Pero su actitud de patán lo arruina todo ¿Qué no vieron lo que le dijo a Channel en la tarde? —dijo Bianca cruzándose de brazos.

—¡Fue horrible! —Alex se tapó la cara—. Sé que no soy amiga de Channel y no la conozco bien pero... su expresión en ese momento me dio ganas de darle todo el amor del mundo.

—Y a mí de partirle la cara a ese bueno para nada—dijo Namie desde su camarote.

—¿Se gustaran? —Preguntó Isabella—. A veces parece que sí y a veces que no.

—Ni idea, pero si lo hacen deberían estar juntos de una buena vez y dejarse de estupideces—dijo Eiza.

Un pequeño silencio se hizo en el ambiente. Las chicas se miraron entre ellas y formaron una sonrisa cómplice.

—¿Están pensando lo mismo que yo? —preguntó Alex.

—Si—dijeron las otras chicas.

—¡A hacer Chabill realidad!

—¡A comer! —grito Eiza, las chicas la miraron confundidas—. Eh... digo... ¡A hacer Chabill realidad! —chocaron los cinco.

[...]

—Idiota.

—Ya sé.

—Estúpido.

—Lo sé.

—Hijo de...

—¡Ya sé, Will! ¡Fui un imbécil! ¿Podrías dejar de estármelo repitiendo?

Will sonrió.

—No, es divertido—se encogió de hombros.

—¿Podrían callarse? ¡Intento dormir! —renegó Lester.

—Tú cállate, nerd—Bill le tiró una almohada.

Lester empezó a maldecir por lo bajo al rubio.

Realmente lo odiaba.

Y no solo a él ¡Odiaba a los gemelos!

A uno porque lo paraba fastidiando y al otro porque tenía toda la atención de Paige.

Paige...

La chica más hermosa que había visto en toda su vida y que no salía de sus pensamientos desde la primera vez que la vio. Su cabello lacio, sus ojos cafés, sus perfectos labios rosados que a él tanto le gustaría besar.

Sin darse cuenta soltó un suspiró.

—¿Qué pasó? ¿Te enamora el olor de mi almohada? Vaya, eso es bastante gay—se burló Bill.