2.- Una melodía de ayuda.

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Narara,Narara,Narara...Narara

Dentro de una habitación que se encontraba en mal estado, se podía escuchar una hermosa y suave voz que provenía de dicho cuarto de madera sucia con muebles en mal estado, sucios y uno que otro insecto caminando por ahí.

La propietaria de aquella voz era una chica de tan solo 21 años con una cabellera larga de un negro brillante y oscuro pero que actualmente se encontraba sucia y sin cuidado alguno, su ropa se encontraba rasgada y sucia, su piel blanca se encontraba sucia y llena de algunos moretones y rasguños, y en sus manos y tobillos eran decorados por unas grandes y gruesas cadenas que la lastiman.

Lo único que no se podía ver de aquella joven era su rostro, ni siquiera el color de sus ojos ya que su rostro se encontraba mirando el suelo de madera.

Es tiempo ya de volar y un sueño que develar, partir a otro lugar, abrir mi mente.—Cantaba la pobre muchacha en un intento de no aburrirse en aquel horrible lugar.—.Es un impulso que sale y que golpea en mi interior, no hay marcha atrás y lo se no me arrepiento.

La joven pudo haber seguido cantando, pero la puerta de la habitación fue abierta abruptamente asustando a la pelinegra y haciendo que su canto se detuviera.

—¡Cállate de una maldita vez!.—.Un hombre bastante feo y gordo fue el que había entrado y el que le había gritado.—.¡No me dejas dormir en paz!

Ella solo agacho más la mirada y se encogió en su lugar con miedo, con el miedo de que aquel hombre o los otros que vivían ahí la lastimaran.

—¡¿Me escuchaste?!.—.Él le volvió a gritar y ella apretó sus ojos con fuerza en un intento de ocultar las lágrimas que estaban a punto de salir de sus ojos.

—L-lo si-siento, n-no volverá a pa-pasar.—.Se disculpó con miedo.

Aquel hombre solo chasqueo la lengua con fastidio.—Mas te vale, maldita perra.

Y se fue de ahí cerrando la puerta con fuerza.

La pelinegra soltó un pequeño sollozo y levanto su cabeza, unos hermosos ojos de un bonito color azul fueron revelados al ser abiertos sus parpados. Unas lágrimas comenzaron a bajar de ellos y una mueca de tristeza se dibujó en sus rosados labios, observo la pequeña ventanita con barrotes que había en la habitación y observo el bello cielo azul del exterior.

Yo rezo una oración pues me desgarro de dolor, oye mi plegaria.

Canto con un hilo de voz la última parte de su canción y sin más, ella se echó a llorar dejando que sus lágrimas empaparan el suelo de madera y con la esperanza de que ella escuchara su plegaria y la sacara de aquel lugar.

...

—Parece que este es el lugar del cual nos habló la señora.

Los Yorozuya observaron la casa que se encontraba delante de ellos, una casa que parecía que en cualquier momento podría caerse debido a su estado; la fachada de madera estaba sucia y totalmente podrida, unos vidrios se encontraban rotos y desprendía un horrible olor, además de estar en un barrio de mala fama.

—¡Huele horrible!.—.Se quejó Kagura, cubrió su nariz con la palma de su mano y saco la lengua asqueada.

—Pues si parece ser un lugar muy sospecho después de todo.—Dijo el de lentes observando los alrededores de la casa.

Gintoki observaba la casa con aburrimiento, tal vez acepto hacer aquel trabajo pero el aun tenia sospechas de aquella mujer. Había algo que no lo había convencido del todo, ni siquiera el hecho de que la anciana les había pagado por adelantado y con mucho dinero.

—Deberíamos de entrar de una buena vez,—Opino la de ojos azules— Así acabamos pronto con esto y podremos gastarnos el dinero en comida-aru.

—¡Kagura-chan!—.La regaño Shinpachi—.Esto es algo serio, ¿podrías por un momento dejar de pensar en comer?

—No.—Respondió Kagura.

—¡Gin-san, dile algo!— El pelinegro le hablo al mayor pero no obtuvo respuesta alguna.— ¿Gin-san..?

El de cabellos platinados se quedó observando por un buen rato una de las ventanas del lugar, había escuchado una voz, una voz que provenía desde adentro de aquel horrible hogar.

—¿Sucede algo, Gin-chan?.—Kagura se acercó al mayor con un poco de preocupación.

—Acabo de escuchar una voz femenina provenir de ahí—.Señalo la pequeña ventana que había en la planta alta de la estructura de madera.

—¿Una voz?—Los menores se acercaron un poco más, guardaron silencio y observaron con mucha atención aquella ventana.

Déjame entrar al mundo de tus sueños y descubrir tus miedos y sellar esas lágrimas.

Los menores abrieron los ojos sorprendidos, la voz de una mujer se escuchaba desde ahí adentro. Una voz que se escuchaba apagada y triste, pero que aun así cantaba con esmero y dedicación.

—Qué bonita voz— Murmuro la peli naranja hipnotizada al haber escuchado la voz de aquella persona.

Gintoki y Shinpachi intercambiaron miradas, había una pequeña posibilidad de que lo que había dicho aquella anciana fuera verdad, solo tenían que comprobarlo un poco más para estar 100% seguros.

Y para comprobar aquello, esa misma noche entrarían a la casa.


¡Volvi!

Disfruten el capítulo del día de hoy, lleno de un poco de misterio y de cosas interesantes 7u7

Por cierto, la persona que adivine cual es la canción que canta la chica, se le dedicara el siguiente capítulo 7u7

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No estás sola ♦ Gintoki ♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora