Sheila se incorpora del sofá donde se encuentra sentada y se acerca a mí sin decir nada para colocarse a mi lado, se apoya sobre la baranda para obtener una mejor visión. Deja salir un pequeño suspiro.
—¿A dónde quieres ir?
—No lo sé... ni siquiera es la una todavía, podemos ir a comer a algún lado y después puedes mostrarme los lugares que más te guste visitar —propongo brindándole una leve sonrisa.
—No estoy segura, Charlie... la verdad es que yo tampoco conozco mucho aquí, no soy de salir mucho.
—¿Y eso por qué? —curioseo— Siempre soñé con vivir en New York, ¿sabes cuantos lugares preciosos hay aquí para recorrer y fotografiar? Cientos.
—Lo sé —asiente Sheila, mordiendo ligeramente su labio inferior—. Bueno, podríamos...
Da un leve suspiro, lista para responderme... pero es interrumpida. Su teléfono móvil comienza a sonar avisándole que alguien está tratando de comunicarse con ella o que hay un nuevo mensaje en su bandeja de entrada. Lo saca del bolsillo de su pantalón y desliza su dedo sobre el para desbloquear la pantalla. Sus finas cejas se arquean de repente y sus ojos se posan sobre mi.
—Hay reunión urgente en la oficina principal con el equipo completo de los Vengadores.
—Oh —expreso caminando nuevamente hacia la sala y tomando asiento en uno de los sillones individuales—. No te preocupes, te esperaré aquí.
—No Charlotte, dije equipo completo de los Vengadores —aclara—. Eso te incluye también a ti.
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Sheila abre las puertas de la enorme oficina y se adentra en ella conmigo pisándole los talones. Allí ya se encuentran Natasha, Clint, Bruce y el director Nick Fury junto a Maria Hill. Sheila no duda un segundo en tomar asiento junto Clint, mientras que yo me acomodo entre medio de Bruce y Clint.
—Estás algo, ¿inquieta? —Bruce, quien se ha percatado de mi penosa actitud, me comenta aquello y se inclina sobre su asiento para que pueda oírlo mejor.
—Un poco —medio admito, frunciendo los labios—, No lo sé, me siento algo fuera de lugar entre todos ustedes que son personas tan... poderosas, supongo que aún no termino de acostumbrarme del todo.
Bruce me sonríe a modo de respuesta. Parece querer decirme algo, sin embargo, guarda silencio ya que las puertas de la oficina se abren nuevamente captando las atención de todos, entonces es cuando Rogers y Falcon pasan por ella y rápidamente se acomodan en sus lugares.
—Bien, ahora que ya se encuentran todos reunidos puedo proceder —habla el hombre del parche, con su característico semblante serio y los brazos apoyados en la larga mesa de cristal—. Los infiltrados de HYDRA siguen multiplicándose como conejos en primavera aquí en la torre, y lamentablemente para todos esta vez lograron cumplir con su objetivo, llevándose un microchip de nuestra pertenencia que contiene valiosa información que el gobierno nos brindó para que respaldaramos —tengo ganas de levantar la mano y preguntar qué diantres es "HYDRA", pero considero que no sería una pregunta demasiado prudente—. Debemos recuperarlo cuanto antes, sino la seguridad del país podría estar en riesgo.
Estoy muy confundida, casi no entiendo nada de lo que Fury está hablando y eso me frustra. Pienso de repente en cuantas ocasiones como estas habrán vivido los Vengadores antes de mi llegada, las veces en la que el mundo seguramente se encontraba en riesgo y las personas que lo habitan ni siquiera eran conscientes de eso.
—¿Se puede saber que tipo información valiosa? —cuestiona Romanoff desde el otro lado de la oficina.
—Es confidencial.
—¿Quiere que recuperemos algo de lo que ni siquiera tenemos idea de que trata? —la voz de Falcon suena algo irónica.
Touché.
—Por ahora sólo concéntrense en eso: recuperarlo. Ya veremos que sucederá luego —responde Nick caminando de un lado a otro—. Uniendo grabaciones de las cámara de seguridad de la torre y las calles de la ciudad de New York logramos localizar a tres individuos desconocidos huyendo en un quinjet de alta tecnología. ¿Destino? Polonia de Europa Oriental.
—¿Hay alguna fortaleza de HYDRA en Polonia? —consulta Clint, hablando por primera vez.
—Eso nos encargaremos de averiguar nosotros —afirma el capitán Rogers cruzando los brazos sobre su pecho. No puedo evitar notar, algo avergonzada de mi misma, que al hacer aquello su camiseta azul marino se pega mayormente a su cuerpo, haciendo los músculos de sus brazos y hombros resalten.
¿Qué diablos, Charlotte? Concéntrate.
—Ya nos estamos contactando con el gobierno de Polonia para acceder a las cámaras de seguridad de dicho país también —enuncia Fury asintiendo con su cabeza—, Romanoff, Barton, Rogers y Falcon viajarán hoy mismo para allá, los demás ayudarán desde aquí y actuarán sólo en caso de emergencias.
—¿Y qué hay de Stark?
—Sigue de vacaciones, no podemos contar con él.
—Bien —concluye Rogers incorporándose de su asiento—. Prepárense, salimos en veinte.
Dicho esto, sale de la oficina seguido de los demás Vengadores, quienes seguramente irán a alistarse para llevar a cabo su nueva misión.
—Charlotte —pronuncia Fury, llamando mi atención, al ver que sigo sentada junto a Banner sin saber muy bien que debo hacer—. Quiero que te quedes junto a la agente Hill durante toda la misión, así podrás ver como actuamos a la hora de ganarnos el sueldo.
Noto cierto tono de gracia en esto último, por lo que le envío una bonita sonrisa antes de asentir con cabeza.
Sé que será una tarea sencilla, pues simplemente tengo que acompañar a Maria y mirar como los demás luchan con los "malos" y recuperan el bendito microchip que parece ser tan importante. Sin embargo, las pequeñas cosquillas en mi estómago me avisan que los incontrolables nervios ya están creciendo dentro de mi.
