Capítulo 1.

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Don't Forget Me

Padre aún no ha llegado a buscarme de la Universidad, le quería contar que por fin nos habían dado dos semanas de vacaciones por el invierno que a llegado con un frío terrible y así poder ayudarlo en su investigación, aunque al principio se va a negar a la idea, pero lo terminaré convenciendo de que puedo hacerlo y así aprenderé más para mis futuras investigaciones.
Mejor me iré a buscarlo a su trabajo y así poder comenzar con mi práctica.

Cuando llegue estaba abierta la puerta, como siempre, padre era un despistado con la seguridad de un lugar, entre corriendo y emocionada al lugar, pero papá no estaba, capaz que halla ido a buscar algo a casa para su trabajo, le ayudaré un poco y así podrá ver que si puedo hacerlo.
Me puse un delantal blanco que se encontraba al costado de la entrada y toda la prevención que se debe tener ante un experimentó, leí los archivos de papá que se encontraban desordenados en su escritorio.
Al terminar de leer, mire mi al rededor buscando la cabina de fusión de elementos químicos y ahí estaba, detrás de la puerta que decía: "Peligro, no entrar".
Tome los químicos que decían en el papel y me dirigí a la cabina de fusión, me di cuenta que padre ya había echado alguno elementos, supuse que tuvieron que haber sido los tres primeros de la hoja, eche los que restaban y sin precaución alguna se me cayó mi aro de la oreja. Rayos mi padre no se debe enterar de esto. Cerré la puerta de la cabina y apreté el botón de fusión.
La máquina empezó a dar unos movimientos demasiado fuertes, se creo una luz interna, era como si hubiera una tormenta eléctrica adentro; algo hice mal.
Empecé apretar todos los botones que habían afuera y aún no comprendían porque los científicos tenían que poner como 50 botones a cada máquina.
El movimiento de la maquina empezó ser más fuerte y en cualquier momento está cosa iba a explotar y yo iba a morir en el intento.
De la nada, el vidrio de la cabina se rompió y la electricidad que había adentro empezó a escapar hacia fuera, todo era una locura, me tuve que agachar, salte , gire tratando de evitar cada rayo que pasaba por mi lado, pero uno vino por detrás y me pego en la cabeza, dolió pero ahora veía una linda mesa llena de distintas comidas para deleitarse , esto parecía un sueño, demasiado perfecto para ser real, un momento, la máquina.
Empecé abrir mis ojos y que susto me llevé, había un chico mirándome como si estuviera analizando cada parte de mi rostro, pero ¿esté quíen lo invito aquí?

— ¿Quién eres? — lo mire con mi ceño fruncido y tocando mi cabeza por el dolor.

Oh verdad la máquina, el trabajo de papá, me va a matar.
Me paré olvidando al chico que me miraba todo lo que hacía, mire por todo mi al rededor, era un desastre y ahora si que no iba a vivir para contarlo.

— ¿Qué hice? Eres una idiota Park Soo Hee, esto te pasa por meterte en lo que no debes. ¿Ahora qué haré? — empecé hacer puchero tras mi frustración.

Me senté en el suelo derrotada por lo sucedido, estaba claro que no podía decir o hacer nada al respecto. Mis lágrimas no tardaron el aparecer igual como el sonido de un gato al entrar a la sala de experimento.
El chico que se encontraba ahí se acercó al gato con mucha cautela, cualquiera diría que es tonto hasta que lo toco y el pequeño e indefenso gato se había quedado tieso y al caer hacia un lado se hizo trizas, igual que un espejo al caer de una altura de una casa.

— Oh Dios Mio — estaba impresionada por lo que mis ojos acaban de ver —. ¿Quién eres? — le grite y me paré provocando un pequeño mareo, por poco se me había olvidado el chico — ¿Qué acabas de hacer? — mi voz salió quebrada.

El chico se empezó acercar, me iba a matar eso era seguro, me iba a tocar y yo moriría igual que el gato, aunque si lo pienso no sería tan mala idea, preferible morir así a que me maté mi padre por lo que acabo de hacer, aprete mis ojos esperando mi muerte, espera, aún no siento nada, tan rápido fue ¿Estaré en el cielo ya? Empecé abrir mis ojos y todavía estaba en la sala de mi padre echo un lío.

— Hola Park Soo Hee — me hablo detrás de mi espalda.

¿ Acaso esté chico me iba a torturar primero? ¡Papá ayúdame por favor!

— No te mataré, ni te voy a torturar — río despacito.

¿Hablé en voz alta?

— No has hablado en voz alta — se puso delante de mi.

— ¿Hija? — era la voz de padre.

Ahora si iba a morir, me asomé por el hombro del chico raro y mi padre observaba la escena con sus ojos abiertos.

— Hola papá — le fingi mi mejor sonrisa, pero su cara de enojo hizo que me volviera a esconder detrás del chico sin tocarlo.

Don't Forget Me → SugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora