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Actualidad

—¿Ice? ¿Te encuentras bien? —Dan me pregunta con tono preocupado.

—Sí, no es nada.

—¿Sufres de asma o algún problema respiratorio? —cuestiona Simon con el mismo tono que Dan.

—No. No tengo nada de eso, simplemente estoy cansada, mi estado físico es una porquería.

Dan sabe que eso no es cierto, pero prefiere permanecer en silencio.

—Ice, deberías hacer más ejercicio, sólo corres unos cuántos metros y ya estás que te mueres. —Dice Alee negando con la cabeza y es ahí cuando recuerdo el día en el que nos fuimos a esquiar, cuando corrí hacia su encuentro en el parque, estaba exhausta sólo con correr unos kilómetros... si es que llegaron a ser kilómetros. No otra vez no, por favor.

—Será mejor que nos vayamos Ice. Chicos, fue un placer conocerlos. —Dan y yo nos despedimos de Alee y Simon y este último me mira frunciendo el ceño, supongo que quedó inconforme con mi pasada respuesta.

De regreso a casa en el autobús, yo ya estoy considerablemente mejor, respiro normalmente pero Daniel no deja de mirarme atento, silencioso y preocupado. Siempre es un exagerado, desde aquel día que papá los llamó a él y a mamá a contarles lo sucedido, él comenzó a ser más atento conmigo y a llamarme más seguido y eso sí que me incomodaba.

Sentía sus intensos ojos grises en mí así que me giré para verlo.

—Deja de mirarme, estoy bien.

—Siempre que una mujer dice que está bien es porque no está bien —contesta sin rastro de humor en su voz.

—¿Por qué dices eso?

—Eres igual que nuestra madre. Yo soy el que ha lidiado con sus bipolaridades la mayor parte del tiempo.

—Ya, hablando de bipolaridades... ¿Qué te ocurrió con Simon en la cafetería? —quiero cambiar de tema. Soy buena evadiendo temas de los que no quiero hablar y distrayendo con otros.

—No lo sé, es que no me dio buena espina ese tipo, te miraba como si fueras un ser celestial o qué se yo, eso me molestó.

Dan y sus celos irracionales. Es muy sobreprotector, por cierto.

—Pensé que sentías celos de su apariencia, que pensabas que era tu competencia de cuál de los dos estaba más guapo y "azotable" según Alee —hago las comillas con los dedos y una mueca de fastidio.

—¿Alee dijo que yo estaba azotable? —su mirada brilla y sonríe con arrogancia.

—Pues decirlo, decirlo... no.

—Estupendo, Dan 1, Salomón 0.

—Simon.

—Eso.

Llegamos a casa y yo me deshago de mi abrigo y mis zapatos. Luego veo como Dan me imita y me siento orgullosa de que me haya hecho caso.

Oigo ruidos en la casa y al parecer todos ya estamos aquí.

—¡Mamá, llegamos! —llama Dan mientras se pone las sandalias.

—¡Dan! ¡Ice! ¡Por fin! Los estábamos esperando para cenar —mamá se acerca a nosotros y nos saluda a ambos, de a beso en la frente.

—Genial, porque me estoy muriendo de hambre —dice Dan y se dirige directamente a la cocina.

Miro a mamá y sonrío sin muchas ganas.

—Yo no tengo apetito, estoy algo cansada, creo que me iré a la cama.

—Te veo muy pálida Ice, sé que eres pálida pero no tanto —mamá me examina intranquila y me toca la cara.

—Estoy cansada, ya te lo dije —bostezo y me froto los ojos. Sí, definitivamente estoy exhausta.

—Ice... está bien, pero si necesitas algo dímelo inmediatamente.

Asiento y sonrío mientras me dirijo con paso perezoso a mi habitación. No he saludado a papá ni a Sarah pero es que no tengo energías ni para parpadear. No me pongo el pijama, tampoco quito el tendido de mi cama, simplemente me tiro en ella y al instante que toco la almohada, me quedo dormida. Tengo un sueño tan pesado que no sueño nada, no siento nada, es como si estuviera muerta por no sé cuánto tiempo.

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Siento la luz del día en mis ojos, los abro lentamente y los siento como piedras. Me desperezo y miro a mi alrededor. Dormí con la misma ropa y no desarreglé la cama anoche. En serio estaba demasiado agotada. Me levanto suavemente de la cama y consulto la hora: 9:38am. Gracias al cielo no tengo que ir a darle clases a Yoongi... Aunque sinceramente hubiera preferido eso que tener que salir con mi madre y mis hermanos de compras.

Mi teléfono suena y lo agarro sin ver quién llama.

—Sí, diga —saludo con voz perezosa.

—¡Aiséééh! —el coro de voces enérgicas me toman por sorpresa e inmediatamente sé de quiénes son.

—Hola chicos —sigo con la misma voz de dormida.

Lo siento, ¿te despertamos? —La voz parece ser la de J-Hope.

—No, me desperté hace unos minutos.

Queríamos saber cómo estabas Ice, conseguimos tu número con la señorita Kim —Ese es Jin.

Sí, te extrañábamos, aquí estamos trabajando sin parar, muy agotados pero felices —suspira J-Hope.

Habla por ti —la voz tan familiar suena igual de perezosa a la mía.

Suga también te extraña Ice, no ha dejado de llorar por ti —dice Tae.

, qué gracioso. Muévanse, que tenemos mucho que hacer —su voz se escucha lejana.

¡Éh, Jimin! ¿No quieres saludar a Ice?

Se me eriza el vello cuando escucho su nombre. Mierda, él me odia ahora.

Estoy algo ocupado, salúdenla por mí.Alcanzo a oír.

Mierda, sí. Definitivamente ninguno de los dos quiere verme ni para escupirme.

Aunque aún no sé la verdadera razón de la actitud de Jimin conmigo, sí sé la verdadera razón de la actitud de Yoongi, que hasta la semana pasada estaba más insoportable y cortante que como de costumbre.

No los culpo si me odian, yo siempre consigo que todo el mundo lo haga, accidental o intencionalmente, tarde o temprano.

Ámenme u ódienme, de igual manera sentirán algo por mí.

[Actualizado/Editado: 05/09/17]

Sweet Ice [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora