Cantos de sirenas

22.9K 326 13
                                    


PRÓLOGO


"Siempre nos dijeron que los sueños se hacían realidad, pero se les olvidó decir que las pesadillas también son sueños"

-Oscar Wilde

Las heridas en ocasiones se abren de nuevo sin que uno quiera, a veces ciertas cosas pueden permanecer ocultas durante un lapso de tiempo; tan solo durante un tiempo determinado. Nada, absolutamente nada se puede ocultar para siempre. La verdad siempre asoma, aunque no nos demos cuenta; o en el peor de los casos, la verdad asoma y duele aun cuando tratamos de ignorarla pensando que así será menos cierta o que desaparecerá.
Los ciudadanos de Seaville nunca hubieran imaginado cuál sería su destino.

13 de enero del 1990. Seaville.

Era una noche fría, el mar yacía en una completa calma y la luna se dejaba ver entre un cúmulo de nubes que probablemente venían cargadas de lluvia. Un barco oxidado iba a toda máquina por el mar donde en una pequeña radio sonaba a todo volumen David Bowie y su famoso tema Heroes. Un viejo señor con un puro en los labios sujetaba el ancla y sin ningún miedo avanzaba en la inmensidad de la noche. Hasta que de repente escuchó lo que sería su sentencia de muerte, el canto de una sirena. Paró la música de la radio y se quedó totalmente prendado de la voz de aquella chica; apagó el motor del barco y decidió acercarse al lugar de donde provenía aquella. Cogió una barca salvavidas y a remo se iba aproximando más y más hasta que de repente, dejó de sonar. El hombre, miró a su alrededor y no divisaba a nadie, se quedó totalmente mudo cuando notó que la barca empezaba a zarandearse, se sujetó lo más que pudo hasta que la barca volcó. Una vez en el agua notó como algo giraba alrededor de él, al principio tuvo la sospecha de que fueran tiburones, pero no tardó en descartar aquella hipótesis cuando de repente vio algo que le terminaría de enmudecer, una cola de sirena. Intentó regresar al barco, pero sin ningún éxito, algo le agarró del pie y le sumergió en lo más profundo del agua, notaba como unas manos le producían una serie de cortes en el cuello que le enviarían directamente a la muerte. El cuerpo quedó flotando en el agua dejando a su paso un gran rastro de sangre, mientras la marea lo arrastraba hasta la playa. Una herida que escondía Seaville se reabría, después de 30 dolorosos años.

Cantos de sirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora