Our Little Secret [OC / Joe Jonas / Matt Bomer]

07. Daddy

—Quiero follarte tan duro que hasta mí me sorprende la intensidad del deseo que siento, Kendall... —besa mi mejilla y pone sus manos en mi espalda casi tocando mi trasero.

—Mmm... Esto no está bien —agacho la mirada nerviosa. Otra vez arrepintiendome.

—Esto está muy bien —dice coqueto y levanta mi rostro con delicadeza para ahora besar mi cuello. —¿Qué es lo que te está frenando? —me mira curioso. —¿Yo no te gusto? ¿No sientes deseos? Si es así, por favor dilo y paramos todo.

Siento una fuerte presión en mi vientre y un calor que me agobia por completo. Nuestros cuerpos se están rozando y poco a poco siento lo duro que se ha puesto Erick debajo de mí. Lo único que nos separa ahora de hacer el amor es nuestra ropa y mi tonto sentido común.

—Erick, no es nada de eso —susurro cuando nos separamos un poco. —Quiero hacerlo, es solo...

Él abre sus lindos ojos azul grisáceos y me mira no sé si sorprendido o asustado.

—¿Es solo?

—Nada —niego con la cabeza.

—¿Segura? Si quieres solo podemos jugar... —hace una pausa y lo miro confundida. –Me refiero a que no necesariamente hagamos el amor... —vuelvo a mirarlo confundida.

Sé que puedo sonar como una idiota, pero en serio soy una inexperta en todo el tema amoroso/sexual. Los libros y las películas me han enseñado un poco, pero la teoría jamás superará a la práctica.

—¿Jugar? —levanto una ceja y él sonríe.

Erick se levanta y al mismo tiempo me levanta con él y sostiene en sus brazos. Rápidamente enrollo mis piernas en su cintura para no caer, como un koala.

-Vamos a la cama nena, tengo que darte una clase de educación sexual –suelta una linda carcajada y siento que me ruborizo por completo. De nuevo me pregunto, ¿Por qué no me traga la tierra?

Cuando al fin llegamos a la elegante y espaciosa habitación de Erick, él me deja suavemente sobre su cama que tiene un edredón de color azul profundo y muy pocas almohadas.

Me acomodo un poco y lo veo fascinada.

Él se quita la camisa y quedo absolutamente maravillada al ver su torso. ¡Madre mía! Este hombre está lleno de sorpresas. Me encantaría pasar mi lengua por ese perfecto cuerpo...

—¿Disfrutando la vista? —interrumpe mis inapropiados pensamientos y alza una ceja divertido.

—Debo admitir que me tienes muy sorprendida profesor –sonrío mordiendo mi labio.

-Vamos a ver que tienes para mi pequeña...

Al finalizar esta frase, él se arrodilla sobre la cama y comienza a desvestirme muy lentamente.

Primero, se deshace de mis zapatillas y luego continua con mis medias. Siento que me tenso completamente cuando las baja desde mi trasero y las quita con cuidado por mis piernas.

Erick continúa con mi chaqueta para luego seguir con los tirantes de mi vestido. Él los quita lentamente por mis hombros y yo lo ayudo con el proceso.

En un dos por tres se levanta de la cama y me quita el vestido de un solo tirón. Dios, esto se puso intenso. No puedo evitar sonreír.

—Me gusta tu ropa interior de color azul —dice con una voz sensual, arrastrando sus dedos por la tela de encaje. —Combina con mi cama —me guiña un ojo.

—Creo que el destino así lo quería —bromeo.

–Igual tendré que deshacerme de ella –me guiña un ojo y siento una pequeña descarga eléctrica en mi interior. Gracias al cielo seguí los consejos de Hanna y me depilé completamente. Y cuando digo completamente me refiero como una muñeca Barbie. Gracias Hanna por ser tan sabia y pensar que yo puedo ser tan alocada como para acostarme con un hombre mayor en la primera "cita".

Erick sonríe como si leyera mis pensamientos y luego de quitarse sus zapatos, baja lentamente el cierre de su pantalón. Él no se lo quita por completo, pero de todas formas puedo ver parte de su boxer negro y de su creciente y aprisionada erección.

Luego de unos segundos observándome detenidamente, él vuelve a acostarse a horcajadas encima mío entre mis piernas.

-¿Quieres ser mi pequeña nena traviesa esta noche? –dice cerca de mi oído, besa mi cuello y vuelvo a derretirme.

-Si quiero... daddy –muerdo mi labio y espero su reacción.

Él de inmediato deja de besar mi cuello y me mira directo a los ojos con una gran sonrisa lasciva en sus labios.

-Te has ganado una buena dosis de sexo pequeña. Daddy va a enseñarte como follar duro.