Prólogo - PLHM

44 7 4
                                    

Prólogo — Puedes Llamarme Hombreriega, Mujeriego

Ella soltó una carcajada seca cuando pronuncié aquella palabra. Hombreriega le hacía reír como una puta foca asmática.

Enarqué una ceja y, a punto de contestarle, algo me hizo mirar por encima del hombro.

Una chica rubia acababa de pasar corriendo por nuestro lado, y escuchábamos su llanto por muy lejos que estuviera. Entonces en la boca del pasillo apareció el que la había hecho llorar, con una sonrisa de sádico increíble.

–¿Qué coño...? –masculló mi mejor amiga, que contemplaba la escena con asombro.

El mujeriego nos miró, más bien me miró, y me guiñó un ojo. Me quedó claro que yo era la siguiente. Siempre avisaba a las chicas guiñándoles un ojo. Las avisaba de que iban a tener su pene entre las piernas. No sabía cómo, pero ellas lo asumían. ¿Cómo se podía asumir que un tío iba a follarte y después, evidentemente, humillarte, como le pasó a la rubia?

Volví a pensar en mí –sí, yo misma era lo más importante que tenía–. Si soy de su misma clase, no puede hacer lo que tiene planeado. Claro que... él no sabe eso.

Se dio media vuelta y volvió a subir las escaleras. Anne pestañeó incesantemente mientras me observaba. Ella también se había dado cuenta, y acababa de tragar saliva.

–¿Qué coño...? –repitió, perpleja.

–No va a conseguir meterme su rabo, te lo juro –dije, con un claro tono divertido.

Ella torció la boca.

–Además, –seguí diciendo, mientras me enrollaba un mechón de pelo en el índice– mañana se acaba el curso. Dentro de tres meses volveremos y... No se acordará de que me guiñó un ojo.

Lo dije con tanta seguridad que incluso me convencí a mí misma.

Aunque la realidad era que no lo estaba. Ni mucho ni poco. No lo estaba. Porque ese verano podían pasar muchas cosas.

Bueno, por lo que le había dicho a Anne, iba a empezar a ser algo hombreriega. Porque tener sexo casual no es malo, ¿o sí?

Solo sabía que no tenía ganas de tener relaciones serias. Relaciones que te hacían reír unos minutos y en pocos momentos te hacían llorar. Mejor sexo, que solo te hace gritar si es bueno y estar en silencio si es malo.

Sí, exactamente eso. Ese verano quería gritar, no reír y a veces llorar.

Puedes Llamarme Hombreriega, MujeriegoWhere stories live. Discover now