Cuando leemos no nos enamoramos de las apariencias de los personajes, si no de sus palabras, su forma de pensar, su corazón. Nos enamoramos de su alma.
frase 30
Cuando leemos no nos enamoramos de las apariencias de los personajes, si no de sus palabras, su forma de pensar, su corazón. Nos enamoramos de su alma.