—Lo siento —les dijo ella. Había arruinado su primera conversación normal con chicos de su edad en años.

—No te preocupes —le dijo Niall—. Aunque deberías quitarte eso o te vas a manchar más.

Casey se puso tensa, apretó su badeja hasta que le dolieron las manos controlando los nervios que amenazaban con gritarle a Niall que no se entrometiera en su vida.

—Está bien así, es que soy muy torpe —se disculpó ella.

—Torpe nada, sólo derramaste jugo. Vamos, quítate eso, hace calor y quedarás pegajosa —le dijo Zayn.

Casey iba a explotar. Le agradaba esto de sociabilizar sin tener que intimidar a alguien, pero por naturaleza era antisocial y le costaba demasiado abrirse a la gente. Y estos chicos la trataban como si se conocieran de siempre. Ella sabía que estaban siendo amigables, mas eso era lo que la estaba enloqueciendo.

—No, en serio estoy bien. Creo que sólo lo limpiaré. Voy al baño —Dejó la bandeja sobre la mesa y se fue corriendo a través de la cafetería empujando a todo aquel que se le cruzara.

Niall resopló un poco decepcionado, Casey le había parecido una chica interesante y creía que siendo simpático lograría quitar esa pared que la alejaba del mundo. Porque si había oído todos los rumores sobre ella, también los comentarios de los maestros sobre su agresividad a pesar de sus buenas calificaciones y miles de cosas más que la tachaban como una chica mala. Sin embargo, él sabía que ningún rumor era cierto hasta que la misma persona lo confirmara, y Casey nunca decía nada, los insultos y el odio le resbalaban.

—Siempre supimos que eras raro, Niall. Pero nunca imaginamos que te harías amigo de Casey Whitmore —dijo Zayn. Niall lo miró confundido, sus amigos no eran prejuiciosos y que Zayn dijiera eso era extraño.

—Amigos no lo sé, ella es muy esquiva —le respondió el rubio.

—Bueno, chicos…—Harry se les unió y los abrazó a ambos pasando sus brazos por sus hombros—. ¿Quién dice que nosotros somos normales? Dale una oportunidad, Zayn. ¿O le haces caso a lo que dicen los demás? Da un poco de miedo, tengo que admitirlo…—Niall iba a interrumpirlo para que no dijiera una estupidez, pero Harry fue más rápido y agregó—: Aunque yo creo que no hay persona en el mundo que se pueda resistir a la ternura de Niall.

Los chicos rieron, Niall con las mejillas sonrojadas. Limpiaron la mesa y se sentaron a comer. Cuando acabaron, Niall guardó en una bolsa la hamburguesa de Casey para entregarsela después.

Detrás de la escuela, en un rincón al lado de los basureros que contenían los desperdicios del almuerzo, Casey estaba sentada en el suelo con la cabeza entre las rodillas. Quería llorar por la misma razón de siempre, la terrible inseguridad que sentía cada vez que hablaba con alguien que deseaba ser su amigo.

—Te odio, te llevaste todo lo bueno que tenía…—maldecía con los ojos fuertemente cerrados.

El rostro de “él” apareció en su mente y no pudo borrarlo por más esfuerzos que hizo. Su recuerdo estaba adherido a ella como su propia piel, cada vez que ella caía en la tristeza “él” aparecía y hacía girar sus pensamientos, retorcia toda idea coherente y la hacía ahogarse en un dolor tan intenso que Casey temía que fuera depresión.

—Te odio, te odio, te odio, te odio…—susurraba.

—¡Miren a quien tenemos aquí! —escuchó de pronto.

Levantó el rostro y vio a cinco chicos que la acorralaban. Pudo distinguir entre ellos a Dylan, el idiota al que golpeó hace dos semanas, y al novio de Katty, Brad. Los otros carecían de importancia para su existencia a menos que intentaran llevarle la contrario, eso los pondría en su lista negra de personas a las cuales odiar.

I love you [Niall Horan]Where stories live. Discover now