Prólogo ✔

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         En la gran finca de los WodTher, perteneciente a la familia Ahsther. Ahora el leal asesor e investigador Ethan Ahsther, hijo del duque, pasaba la temporada en la bella mansión familiar que desde muy pequeño supo que heredaría. Marco Ahsther, su padre y Ex general del país era nada más que nada menos un hombre de buenas intuiciones en los negocios. Por eso ahora gozaban de un cuarto más de la fortuna total en sus bolsos.

El hombre que le dio la vida en esos momentos se encontraría en el apogeo de los bailes para la presentación de sus jóvenes hermanas de nada menos que entre diecisiete y diecinueve años. Mientra él gozaba su estancia allí.

Perdido en sus cavilaciones no se percato cuando un sirviente entro a su despacho.

—Señor, desea más brandy o ya retiro todo— su ayuda de cámara y mayordomo, le habló.

—No Will, retira todo y prepara mi recamara es hora de descansar y mañana por la mañana entregaras estas cartas al correo. No es urgente así que no apresures su transacción.

—Cómo usted diga, señor.—el mayordomo fiel a la casa de los WodTher se retiro para hacer los deberes dados por su amo.

Mientras tanto Ethan se quedaba a pensar que sus hermanos menores estarían sufriendo en esos bailes que a su querida madrastra los arrastraría junto con las chicas.

—¡Pobres ilusos! Marco, Douglas, debieron de hacerme caso—hablo solo Ethan.

''Lo que no sabía Ethan es que en el campo también es propenso a encontrarse con lo qué un hombre huía, al compromiso ligado... al corazón.''

(***)

La "dulce y bella" Rachell era nada más ni menos que la más joven de los chicos del asedado de la región, el Teniente Coronel Thresser. Rachell fue la única niña en la casa criada bajo la influencia de sus dos hermanos mayores y su padre, es ahora una mujer de carácter y fuerza de voluntad muy grande. Algunas de sus influencias femeninas eran las madres de sus amigas. También con su tía que le enseñó a ser una dama y la envió al colegio para señoritas.

Sus queridas amigas eran lady Jennifer Brandal hija de un conde y la ahora Lady Charlotee, esposa del marques CrisTool .

Ahora a sus veinte años de edad estaba más que lista para volver a los gloriosos bailes de presentación bajo la tutela de su amiga Charlotee, que a pesar de ser solo dos años mayor que ella y tan solo con uno de casada era de buen ver en la ciudad de Londres.

Pero no era lo que quería .

—Padre, quisiera pedirte permiso para ir de visita...—ella no pudo terminar la oración cuando su padre un poco exaltado la interrumpió.

—¿A dónde, jovencita?—.el teniente miró a su hija, ella nunca y dice que nunca había hecho algo por el estilo, sus amigas siempre eran las que preferían la finca.

—Charlotee nos invitó a Jenn y a mi a su casa en la costa.—con voz suave Rachell hablo con su padre.

—Querida, tú siempre has estado aquí, por qué ahora la señorita, bueno la señora CrisTool desea que vayas a allí.

Rachell sabía que tenía que ser fuerte en su decisión.—Mis hermanos piensan que Sarah merece ir a Londres de compras, y yo no amo ir a tiendas.

—Umm sí. Pero a Arthur ¿no le molestaría que su esposa lo deje solo esta temporada?—. El teniente lo dijo con sorna. Su nuera es una mujer con un carácter volátil y tenía a su hijo como quería.

—Papá, entonces si podre irme a la costa en vez de Londres.

—Sí querida, ve y disfruta.

Con esas palabras Rachell supo que por fin se liberaría de otro tedioso año de los bailes de etiqueta que frecuentaba con su cuñada y prima. Así ahora solo iría a ver a sus amigas y disfrutar de estar en su compañía.

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  Corregido ✔  

Una esposa perfecta © - CompletaWhere stories live. Discover now