*Narra Valeri*
Dani: Te quiero, ¿sabes?
Valeri: No, no lo sabía. Pero yo más.
Dani: Te quiero tanto que hasta duele. No quiero perderte nunca Valeri.
Valeri: Opto por escaparnos. Tu yo, a cualquier lugar del mundo.
Dani: ¿Estás segura? Mira que aquí lo dejas todo...
Valeri: Me da igual, con tal de estar contigo...En serio Dani.
Dani: Bueno, mañana hablamos, duerme peque, que mañana hay que madrugar.-Dijo dándome un beso en la frente.
*Lunes*
Me desperté acurrucada con Dani. Ojalá todas las mañanas fuesen así de perfectas. Lo dejé allí durmiendo, ya que tenía que ir a mi habitación por ropa limpia y darme una ducha. Hecho ya todo esto, fuí a la habitación de mi chico, que bien sonaba decirlo. Me abrió la puerta y ahí estaba, con su camisa de los Lakers tan perfecta.
Valeri: Tu camisa...me enamora...
Dani: ¿Más que yo?
Valeri: Nah, tú me enamoras más mi princeso.
Dani: Awww que cuca ella.-Me plantó un beso en los labios de esos que te dejan tonta, que amor de chico en serio.-Mira, vamos a hacer una cosa, te echo un partido hoy en las canchas, quien gane se queda con la camiseta.
Valeri: Trato hecho!
Fuímos a las clases y todas esas tonterías, tenía ganas de que llegase el partido, la verdad no sé ni como voy a ganar porque Dani me saca una cabeza entera.
Ya por la tarde, a eso de las 18:00 fuimos a las pistas de baloncesto que había cerca de la residencia. Por suerte estaban libres.
Dani: Te ves muy sexy con esa ropa de deporte.
Valeri: Yo me veré sexy cuando tenga tu camisa de los Lakers.
Dani: Eso ya lo veremos.
Comenzamos a jugar, peor no podía ser ya no sabía ni las canastas que había metido. Evidentemente yo no metí ninguna.
Dani: Te veo un poco floja Valeri.
Valeri: Eso es que todavía no has visto nada mi querido Dani.
Ya me cabreé. Empecé a jugar como yo sabía, al final ser pequeña tenía sus ventajas porque me escabullía de el fácilmente. Ya me había cansado, no tenía más ganas de jugar. Dani ganó, como no.
Dani: Vaya pues sí que me ha sorprendido la enana esta.
Valeri: La enana que casi te gana, no lo olvidemos.-Comenzó a reirse y pasó su brazo por mi hombro en forma de abrazo. Llegamos a la residencia a eso de las 20:00.
Dani: Te espero en mi cuarto fea.
Valeri: ¿Y si no quiero ir?- Dije levantando una ceja.
Dani: Querrás. Y si no ya verás.-Dijo mientras se fué.
¿Qué habrá querido decir con eso? Llegué a mi habitación, las chicas no estaban. Me dirijí a mi cama, en la que había una caja más o menos grande. La abrí y me encontré con la camisa de los Lakers que perfección por favor, y lo más molón era que detrás ponía mi nombre. Ais sdocnaruivnauirvaer que puro amor Dani. Me pude fijar que se había caído un papel al suelo. No era un papel cualquiera. Era un billete de avión para ir a Australia. ¡AUSTRALIA! AAAAAAAAAAUSTRAAAAAAAAAAAALIAAAAAAAAA ERA EL SITIO DONDE MÁS DESEABA IR. No podía aguantar la emoción así que fuí desde mi habitación hasta la de Dani chillando. JAJAJAJAJA.
Cuando abrió Dani el abrazo que le di casi le deja sin respiración, pero evidentemente se lo merecía, ¿no? Al final todo empezó como una tontería lo de escaparse pero mira, todo tan real que me lo sigo sin creer.
Valeri: ¿Cuándo?
Dani: Mañana por la mañana, así que ve haciendo las maletas.-Dijo con su tierna sonrisa.
Valeri: ¿Pero y el director ya lo sabe?
Dani: Sí, y tus padres también, que me han dado permiso para llevarte.
Valeri: ¿Mis padres?
Dani: Sí, los llamó el director y bueno estuvo hablando con ellos y bla bla bla...
Valeri: ¿Pero cómo te puedo querer tanto?-Dije dándole otro abrazo de oso.
Dani: Porque soy puro amor chica.
Valeri: Creído...
Dani: Pero soy el creído al que quieres guapa.
Valeri: Pues sí.-Dije dándole un beso en los labios. Sus besos eran como la droga que no podía dejar.
Fuí a mi habitación a ducharme, prepararme y hacer la maleta. Ya preparada salí de mi habitación. Iba a cruzar al pasillo cuando me topé con él, el tipo al que odiaba, el que tanto asco le tenía, Tom.
