60 Días de Búsqueda

La inclusión en la tormenta(Capitulo 2)

Tomé mis cosas y salí del aula, quizá había tomado la decisión equivocada pero no tenía otra opción, no tenia de otra. Tenía que buscar la forma de salir del colegio sin que me vieran, de seguro ya me esperaban afuera para llevarme a casa, por suerte el campo de fútbol tenía una salida que solo pocos conocían así que me dirigí con Deisy hasta allá y pudimos salir sin ningún problema.

No sabía honestamente a donde iríamos, pero mi meta si era clara, saber más sobre ella, saber lo que sus ojos ocultaban y descubrir que ocasionaba ese dolor que transmitían sus ojos, ese dolor que solo yo podía ver.

-y... ¿qué me mostraras primero? -dijo algo apenada, era un poco extraño que una chica como ella mostrara algo como la pena-

-Pues si quieres recorremos los centros comerciales más cercanos-respondí algo muy confuso, como ya lo dije, no sabía a donde ir-

- ¡excelente! -tal parece que le había encantado la idea-

mientras caminamos no hubo mucha platica, quizá un par de palabras que mi mente no lograba procesar muy bien, estaba algo asustado, quien sabe que me esperaría en mi casa, era notoria mi preocupación así que no basto mucho tiempo para que ella se diera cuenta.

- ¿Pasa algo? - me dijo mientras se detuvo en la entrada del centro comercial- Si no querías venir estaba bi..

- ¿Por qué no aceptas que vine o que pueda salir contigo?

- ¿Por qué nunca me dejas terminar mis oraciones?

Admito que me causo un poco de gracias, después de todo era cierto, siempre la interrumpía y era un poco descortés de mi parte.

-Pues yo pregunte primero

-Honestamente para una chica como yo no es muy común que una persona se atreva a salir conmigo sin que piense que quiero algo más a cambio.

Fue bueno que dijera eso, mi desconfianza sobrepasaba muchos limites, así que el saber que no quería nada a cambio me calmaba un poco.

-Ya ves como fuiste el único de toda la clase que se atrevió a hablar conmigo sin decir una babosada

-Jajaja ¿babosada?

-así es, intente hablar con varios de los chicos de la clase y solo babosadas salieron de sus bocas.

-debe ser un poco molesto ¿no?

-demasiado diría yo

-creo que deberíamos entrar de una vez al lugar ¿no crees?

- ¡vaya! es cierto, entremos ya

Entramos y nos dirigimos directo a la zona de helados, después de todo, una visita al centro comercial y no comprar un helado no era una visita al centro comercial

- Muy buenas tardes chicos, bienvenidos, ¿que desean ordenar? -dijo la chica del mostrador con mucha amabilidad, alcance a ver su nombre en su camiseta, Shelsea se llamaba-

-Pistacho-respondimos ambos al mismo instante, efectivamente una gran sonrisa salió de ambos, ¿cómo era posible que nos gustara el mismo sabor extraño de helado?

-en seguida los traerán -respondió la señorita-

Tomamos una mesa y esperamos a que llegaran los helados, aquí comenzaría todo.

-Así que... ¿te mudaste aquí hace poco?

-Así es, por el trabajo de mi papa no estamos mucho tiempo en un solo sitio.

-y ¿de qué se trata?

-Él es dueño de acciones en todas las sedes del banco "Gran Aporte"

- ¡Vaya! Eso quiere decir que tu padre debe conocer a los míos, mis padres son abogados de ese banco en general.