— ¿Es en serio? —Thomas le mira sorprendido—. Vale, es en serio —camina hacia donde le han indicado y obedece sacando las armas—. ¿Y ahora qué?

Mey va a la cocina y vuelve con una sartén. Ryder la mira y bufa pero no dice nada, asumiendo que la rubia no será tan obediente como Thomas.

—Cargalas —el chico le mira sin saber qué hacer.

— ¿Cómo mierda hago eso?

—Demonios, dame —Damon camina hasta él y lo hace en unos segundos.

—Me pido el revólver —Thomas se lo quita de las manos y lo sujeta entre las suyas.

—No es un juguete, perro. Ten cuidado.

—¡Black! ¡Saca al puto niño o empezaré a disparar! ¡No me toques los huevos!

—Tus amigos son todo corazones y amor, ¿eh? —le dice la rubia escuchando las amenazas de Ronnie fuera de la cabaña.

—Escóndete, joder —le responde Ryder señalando la puerta de la cocina—. ¡Ronnie! ¡Ya basta!

—No me escondo, no voy a subir y no me vuelvas a mandar. Noah es mi responsabilidad, ¿te queda claro?

—Exacto, tu responsabilidad. ¿Dónde está él? Arriba. ¡Así que sube a cuidar de él, maldita sea! Damon, colócate ahí —le dice al gruñón del grupo—. Y tú ahí —indica a Thomas. Cerrando la boca, Damon y Thomas se colocan en los respectivos lugares a los que Ryder señaló. No es momento de discutir, solo de actuar.

— ¡Tienes diez segundos! —grita Ronnie desde fuera.

—En diez segundos empezará a disparar —mira a los dos y a Mey, advirtiendoles de que no está bromeando.

Thomas le mira con una pizca de terror en los ojos, Damon con seguridad y Mey con decisión.

Todo parece demasiado tenso abajo, pero el resto arriba no sabe que es lo que está sucediendo. Summer sale de la habitación y se encamina por las escaleras hacia abajo, ignorando todo lo que está sucediendo.

Entra en la cocina para sacar algo de beber del frigorífico, pero ve que se han agotado todas las provisiones, así que sale por la puerta trasera para ir a comprobar si hay más en la caseta del lago, según Ryder allí se encontraban las bebidas.

Cuando sale de ella, observa que dos hombres se encuentran frente a la casa, dando vueltas, y las luces de una moto encendidas. Curiosa, se acerca a ellos con la intención de preguntarles quienes son, no parecen ser los dos chicos de la vez pasada.

— ¡Hey! ¿Se perdieron o algo? —Summer lleva sus manos a la boca para amplificar su grito.

Ronnie quita la vista de la cabaña, para mirar a una chica de cabello corto a una distancia de él, ajena a las discusiones.

—Sí, ¿puedes ayudarnos? Acércate —responde Ronnie con una sonrisa fingida.

—Tengo cara de ser guía turística —pregunta con sarcasmo pero avanzando de todas formas —. Si quieres ayuda, buscala tu mismo.

— ¿Y yo tengo cara de turista? —Ronnie avanza hasta tenerla en frente.

—Tienes cara de muchas cosas que mejor no te diré...

—Serás nuestro seguro, cariño —la sujeta de la mano y la obliga a girar para colocar la espalda de la chica contra su pecho, impidiendo que se mueva.

— ¡¿Qué te pasa, imbécil?! —forcejea tratando de soltarse— ¡Suéltame!

En el interior de la casa, los chicos hablan sobre cómo hacer frente a esto y Ryder les cuenta más sobre Ronnie, cuando de repente escuchan unos gritos.

FRICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora