Del Odio Al Amor Hay Solo Un Paso -PAUSADA-

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Hola!; los invito a leer mi nuevo proyecto!

Espero y les agrade :D!, 

Todo salió mal.

Mi nombre es Marinette, tengo 18 años, yo solo soy una chica normal, con una vida normal.

Hasta que esos pendientes (aretes) aparecieron.

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-Alya! Disculpa la tardanza -decía la Peliazul intentando recuperar el aliento

-Está bien está bien, llegaste a tiempo, anda a clase -sonrió Alya

Ambas chicas caminaban alegremente, cuando Marinette choco accidentalmente con un rubio causando que esta callera al piso

-Marinette, disculpa estas bien? -el rubio hablaba algo nervioso, mientras le ayudaba a pararse

-No, si, yo, es decir, si Adrien -decía torpemente

Adrien sonrió dulcemente al escuchar a la chica, para después irse

-Oh Marinette, no los entiendo, a simple vista, se ve que ustedes se aman, y nada! -decía Alya dándole un leve codazo

-Alya! No digas tonterías, el y yo solo, solo somos amigos -Marinette bajo levemente la mirada, segundos después la volvió a levantar, intentando buscar al rubio.

Al encontrarse con su mirada, pudo ver como el chico también le observaba

Ambos dirigieron sus miradas a otras direcciones sonrojados

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Las clases terminaron, Marinette observo como como su príncipe azul se retiraba en su limosina

La chica se dirigió a su casa alegremente.

Al llegar, saludo a sus padres y subió a su habitación, para después tirarse en su cama.

-Marinette, es hora! Decía la pequeña creatura roja

-Tikki, y si lo veo? -susurro temerosa

-Marinette!, eres Ladybug!, no tienes que temer!

-Bien, Gracias Tikki!, Entonces vamos!; Tikki transfórmame!

Ladybug salió cuidadosamente por la ventana, recorriendo los tejados de parís.

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-Plagg, es hora -susurro el rubio

-Adrien, estas seguro de hacer esto?

-Ese era su deseo, así que no tengo opción

-Pero Adrien-

-Plagg Transfórmame! -grito el rubio para después salir de ese lugar

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La noche callo rápidamente

Ladybug había terminado su recorrido y se dirigía a su hogar.

-Que hermosa noche -decía la chica alegre mientras brincaba

-Mira que tenemos aquí, el bicho de Paris.

Ladybug volteo hacia donde la voz provenía, encontrándose con un chico de cabellos rubios y traje negro, en el cual destacaba una cola y unas orejas de gato.

-Mira que sorpresa, el gato callejero apareció -sonrió confiada.

-Di lo que quieras, no me molestaras, pero dejemos estos temas para después, ahora, Dame tus miraculous Ladybug.