Friki's Life

3.

—¿Te llevo a algún lado?— Preguntó con una sonrisa ladeada. Su endemoniada sonrisa me daba ganas de vomitar. El muy estúpido...

—No gracias— Dije asqueada por ir a algún sitio con Jason Retrasado Hunt. ¿Pensaba que no iba poder resistirme a su sonrisa? No soy una de esas estúpidas fans suyas.

—¿Leíste la nota?— Conducía despacio, lo suficiente como para seguirme el ritmo sin adelantarme. ¿No me iba a dejar en paz?

—Tuve un día... Complicado, así que NO— Dije andando más rápido. En eso fue el tobillo me falló y caí de bruces al suelo. ¡Mierda! Solo yo podía caerme de esa manera delante del simio de Jason Hunt.

—¿Seguro que no quieres que te lleve?— Dijo a punto de estallar entre risas.

—¡Déjame en paz!— Con la mano rodeé el tobillo, esta vez me dolía de verdad. Pero debo decir que más herido estaba mi orgullo.

—¿Estás bien?— Salió del coche y se acuclilló delante mío. Im-po-si-ble. Jason Hunt estaba preocupado por... ¿Mí? Simplemente inconcebible— ¿Hayley?

—¿Qué? Ah, sí— Dije levantándome. En el momento que apoyé con el pie derecho (el que me dolía) me volví a caer. ¡Mierda! Esta vez sí que me lo rompí.

«Sube al coche de Jason»

¡Ni loca!

«Tienes roto el tobillo»

¿Y?

«Y... Que tienes que llegar a clase.»

Joder, es cierto. ¿En serio lo tengo que hacer?

«¡Hazlo ya!»

—Jason necesito que...— Dios, estaba pidiendo ayuda al más estúpido de los estúpidos.

—¿Te ayudo a subir?— ¿Cómo lo sabía? Asentí levemente.

Yo pensaba que haría como cualquier persona y tan solo me ayudaría, pero nooo, él como estúpido que era tenía que cogerme en brazos y dejarme en el asiento.

Estaba bastante cómoda, el asiento era blandito y calentito, lo que no venía nada mal a principios de febrero. El Estúpido salió en busca de mis libros y mi estuche. Tal vez debía plantearme lo de cambiarle lo de Estúpido a algo como Bobo, la verdad es que se estaba portando bien conmigo.

—Ya está— Dijo dejando caer los libros encima de mí, el jodido me hizo daño. Puto. Elimino el comentario anterior.

—¡Eso duele Estúpido!— Dije dándole con el estuche.

—¿Te acabo de ayudar y me lo pagas pegándome con tu estuche?— Dijo yendo hacia su asiento. ¿Que me había ayudado? El muy capullo había soltado los libros de golpe en mis piernas, desde luego que se lo pagaba así—. Ahora a tu casa. ¿Dónde vives?

¡Ajá! Así que ese era su plan. Quería adivinar donde vivía para poder gastar bromas siempre que quisiese. Pues no le iba a proporcionar esa información.

—Llamaré a mi padre— Dije buscando mi móvil. ¡Mierda, mierda, mierda! No lo llevaba encima.

—Voy a llegar tarde a clase pequeña freak— Dijo como volviendo a ser el Estúpido de siempre. Se me iba haciendo raro que fuese tan amable conmigo.

—Pues déjame tu móvil. No voy a dejar que me lleves a casa— Dije extendiendo la mano para que me diese su móvil. Pasó de mí olímpicamente. Giró el contacto y puso en marcha el coche—. No sabes donde vivo.