Pensamiento De Una Virgen Desesperada *pausada* #Wattys2017

« 2 » Alex

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Deambular por los pasillos era algo que no hacia muy bien. Cuando se acercaban a mi algún grupo de personas, tomaba mis cosas y me iba casi corriendo de su lado.
Muchos me dicen que soy como arrogante y que pienso que no son dignos de compartir el espacio conmigo.
Pero no era así, yo no podía estar ahí porque mi vida no era como la de ellos.

Ellos salían, conocían gente, experimetaban cosas. Y yo, me la pasaba encerrada en mi casa. Sabía de fiestas gracias a las películas, el sabor del alcohol es totalmente desconocido para mis papilas gustativas y estar con chicos, no era algo que hacia.

A veces me gusta ver a las parejitas felices abrazándose o hasta besándose. No se porqué lo hago sí se que me lastima. El verlas felices y unidas me hacían pensar en dos cosas.

1) Que triste soy al no tener a alguien que me haga sentir especial y única.

Y

2) Eso dura poco.

Además no  quiero experimentar algo que dura poco y luego duele casi una eternidad.

Siempre soy la primera en entrar al salón de clase.
Me gusta estar en ese lugar vacío y calmo porque puedo ser yo.
A medida que entra la gente me siento cada vez más pequeña e invisible. Un átomo recibiría más atención que yo.

Siento los ojos de todos, parece que me ven por primera vez en en esa clase. ¿Acaso nunca se enteraron que nos conocemos hace años?.
Lo que se diga " conocer " no estoy segura. Yo me se los nombres de muchas personas, pero dudo que ella sepan el mío. Elizabeth Castelli. Dos palabras, sólo dos palabras me identifican.
Casi siempre escucho decir « hablas de Thomas Parker, el futbolista?» o « Hablas de Antonella Benítez la extranjera...». En cambio a mi, sólo era Elizabeth Castelli o simplemente la chica extraña

Seguía observando a las personas a mi alrededor, sí que se veían felices. ¿Por qué yo no podía ser así?.

Decidí ignorar mi estúpida idea y seguir leyendo mi libro. Nunca entendí porque amaba leer sobre romance. Yo misma me hacia daño sin darme cuenta. Por fuera podré parecer una roca sin sentimientos, pero en el fondo era muy sensible. Mis inseguridades se notaban cuando un determinado número de personas me observaban. Pero sí eran pocas, podía dar a conocer mis opiniones.

De vez en cuando volvía a levantar mi vista, quizás esperando que alguien se acerque. Sí algo hacia todo el tiempo era imaginarme el escenario perfecto y casi siempre era el mismo.

Un chico hermoso como salido de uno de los libros que amo, se acerca a mi y me dice que está más que enamorado. Me lleva en sus brazos y me da un beso lleno de amor para luego, sigue para completar el acto sexual hecho con ternura y una pasión desenfrenada.
Quizás era algo pervertido lo último que dije, pero era en lo único que pensaba ahora. Quería ser como las demás y perder mi virgindad.
Pero, ¿estaría dispuesta a ser como las demás?. ¿Acaso estaba mal hacer algo contra mis principios para agradarle a las demás?. Esas preguntas todavía no tienen respuestas y a medida que pasa el tiempo, parece que nunca las sabré.

El profesor llega al salón y guardo mis cosas. Abro mi carpeta y tomó mi lapicera para tomar los apuntes de hoy.

( * * )

El timbre del recreo sonó y como siempre, fui la última en salir.

¿Qué diferencia tenía entre estar en el salón y estar en patio?. Pues, ninguna. En ambos lugares era ignorada, así que no tenía mucha euforia por salir al patio.