Un frio oscuro

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Estaba hambrienta, tenía frío que le calaba hasta los huesos; si por lo menos tuviera algo de calorías en su cuerpo quizás no se moriría de hipotermia...

Junto sus manos bajo la gabardina vieja de retazos, después las alzo y soplo para darles calor.

La plaza roja así como se llama el lugar, una de las atracción de Moscú, vividos colores rojos, la gente se aglomeraba bajo la belleza de la plaza.

Familias, parejas, niños bien arropados gritaban y reían, mientras tanto ella se moría de frío y de hambre. Camino por los alrededores observando todo con un nudo en el pecho.

Anhelaba tener esa vida que los demás tenían, feliz, rebosante de alegría, comida y amor. Tenía que  dejar de anhelar aquello, sólo se ilusionaba como una estúpida.

Sus zapatos viejos estaban casi tan desgastado como ella misma. Decidió sentarse sobre la fuente y admirar a la gente, imaginandose una familia y que era feliz.

Estaba tan absorta en su mundo que no vio a Nikel su amigo desde que tenía siete años, los dos se habían conocido bajo una tormenta de nieve, refugiados bajo una vieja estación de trenes muertos de hambre.

— Karixhis, ¿estas en tu mundo? –la chillona voz de Nikel y la forma en como trituraba su nombre la hizo reír–

— hola Nikel, estoy viendo como la gente es feliz –observo a una familia, una parte de ella quería estar ahí con ellos— ¿no me digas que le robaste algo al anciano Dimitrios?

Su amigo hizo un puchero, después la abrazos mientras reía sobre su oreja fría.

— me atrapaste —la soltó Nikel, de su abrigo sacó una bolsa de galletas que olían de maravilla—

— no debes de robar Nikel... –lo regaño–

— oh vamos, a el no le hacen falta como a nosotros —replico su amigo algo enojado– toma, apuesto que no has comido nada en tres días.

Se sonrojó al ver que Nikel tenía razón, desde que había comido el pastel de carne de Slovenia la señora del restaurante tiró aquel pastel, un poco en mal estado.

Acepto la galleta de chocolate, los dos se quedaron callados mientras comían esas deliciosas galletas. Su estómago bailo de alegría al tener algo adentro para entretenerse.

Se codeaban jugando mientras veían lo que a ellos se les negó. Nikel le jalo una coleta para después correr.

Lo persiguió hasta que lo atrapo y le hizo cosquillas, esbozó una sonrisa malévola ya que Nikel era muy sensible a las cosquillas.

— no... Ya... —gritaba Nikel entra risas, ella aumentó las cosquillas a los costados para hacerle sufrir más–

Jugaron a las escondidas por toda la plaza, ignorando a las personas.  Kari río tanto  que se dejo caer sobre la pared del museo de artes mientras reía y jadeaba por aire.

Nikel seguía dando vueltas bajo la ligera nieve que caía del Cielo.

La noche caía sobre ellos y la poca gente se iba a refugiar bajo los techos cálidos de las galerías, cafeterías o sus casas, ellos vivían bajo el manto del cielo, su cobijas era pedazos de cartones que no los cubrían del frío de las madrugadas.

Bajo el puente del tren, Kari acomodo sus tiras de cartón para dormir las pego más a la pared para apoyarse y así admirar desde adentro el cielo nocturno y  ver la nieve caer.

Pasado mañana cumpliría diecisiete años, y ella seguía siendo una joven, Nikel se la pasaba burlándose de ella por no tener casi nada de pechos y su poca figura agraciada.

Mientras que las otras chicas que eran como ellos, pero ellas trabajan de una manera que Kari todavía no lograba entender.

Bepa, Air y Neil se vestían con ropa algo escasa, en la calle de Gun donde carros de lujos la recogían.
¿Porqué las recogían esos carros ricos? No lo sabía pero las chicas se regodeaban de hacer gritar a esos hombre que venían a buscarlas.

Neil se burla de ella, la empujaba y le pegaba, por eso evitaba toparsela. Evitaba ir por donde ellas según trabajaban.

Neil decía que una niña como Kari no debería estar ahí ya que les espantaría la clientela y la verdad no sabía porque decía aquello.

Ellas sólo eran dos años mayor que ella, las tres chicas eran guapas, Kari anhelaba ser como ellas así de guapa y tener su cuerpo así pero al paso que iba lo dudaba.

A esa edad Bepa, Air y Neil tenía un cuerpo desarrollado, Nikel estaba obsesionado con Air que lo rechazaba con crueldad.

El sueño comenzó a llegar, se tapó con el cartón el cuerpo y sólo espero que el frío no bajara más o se congelaría.

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Actualizaciones lentas :3 espero que les guste mi nueva novela de demonios que se enamoran de humanas.

2. BAILANDO PARA EL DIABLO. (Evil 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora