Todo comienza cuando _____ en modo de broma le dice a su novio Harry, que está cansada de las mismas cosas en la cama, nunca se imagino que la mente de Styles volaría y que se tomaría lo que le dijo como un reto personal, innovando de una forma pecu...
Era un lunes por desgracia, ya había pasado una semana desde lo que le dije a Harry, y apenas si nos habíamos besado, me preocupaba que creyera que ya no me gustaba hacerlo, cosa que era más que errónea, me encanta lo que saber hacer.
Tenía un examen de recuperación de literatura, la maestra de esa asignatura se obsesiono conmigo y me reprobó en todos los exámenes, odio a esa anciana decrepita.
Harry iba a ayudarme a estudiar, a el le iba muy bien en esa materia, así que le pedí el favor.
—_____, por dios. ¿Quieres sentarte? Me estas volviendo loco, te mueves de un lado al otro, vas a hacer un hoyo en el suelo.
—¿Y si repruebo y no paso de año? Harry, mis padres van a matarme. —pregunté histérica.
Harry rodó los ojos y acomodó su cabello como siempre solía hacerlo.
—Te aseguro que no lo harás si por un momento te sientas en la silla, cariño. —me explicó y asentí sentándome.
Harry abrió el libro y empezó a explicar todo lo que no entendía, quizá la literatura no era tan difícil después de todo, pero vaya que mi maestra lo hace difícil.
—Sólo nos faltan dos temas. —dije emocionada.
Harry bufó frustrado.
—El examen es hasta el viernes, aún podemos estudiar otro día. —dijo acercando su silla a la mía.
—Mejor aún, nos desocupamos de esto hoy. —alegué.
—Me apetece hacer otras cosas en este momento.
Su cara lo decía todo, me sonreía de lado y sus ojos habían tomando un color más oscuro. Tragué saliva.
—¿Y lo quieres aquí? —le pregunté.
—Cariño no hay nada más excitante que el riesgo, y mira que el corremos aquí no es tanto, hay una vieja que cuida la biblioteca y de seguro está dormida. Y estamos en un cubículo.
En la gran biblioteca de la universidad había una serie de cubículos donde podías entrar a estudiar y eran a prueba de ruido.
—No lo sé, Harry. —le dije mordiéndome el labio.
Hizo su silla hasta atrás y se puso de rodillas, entro bajo el escritorio que estaba frente a mí y se posiciono frente a mis piernas, no podía verlo, pero si sentirlo.
Sentí que desabrocho el botón de mis Jeans y les dio un tirón a estos y mis bragas, levanté un poco el trasero para que los bajara, me hizo abrir las piernas y lo oí maldecir.
—Cariño estas tan mojada y es por mí. —gruñó.
Su mano pasó por toda mi parte íntima y me estremecí, dejé salir un gemido y oí reír.
Hizo círculos en mi clítoris, y mis piernas tratan de cerrarse un poco, el me lo impide, siento su respiración muy cerca de mí, sopla un poco y no puedo evitar un gran gemido.
Empieza a pasar su lengua y tomo la tela de mi camiseta en un puño.
La sensación de su lengua sobre mi es embriagante, me hace perder la cabeza de cierta forma.
Harry toma mi pierna derecha y me jala más al extremo de la silla, coloca mi pierna en su hombro y sigue con lo suyo, mientras pasa magistralmente su lengua por mi clítoris, con uno de sus largos dedos juega con mi entrada, entrecierro los ojos, mete un dedo en mi, lo hace a un ritmo lento, sigue con su lengua.
Lengua y dedo como la primera vez.
—¡Diablos! Sabes tan bien, nena.
Tome su cabello y lo empuje más hacia a mi.
Ahora Harry ha introducido 3 dedos en mi de golpe, gimo una vez más, la tela de mi camisa quedará muy arrugada, joder.
—Estoy a punto, dios. —le digo y Harry aumenta la velocidad.
—¡Oh Harry! —gimo su nombre y me dejo llevar por el orgasmo.
Harry aún sigue abajo y veo venir a Daisy y a Laurence hacía el cubículo, Daisy tiene una sonrisa gigante y Laurence está metida en su celular.
—Sube, que vienen Daisy y Laurence.
Harry al querer subir rápidamente se pega con la orilla de mesa, yo me agacho para ayudarlo, Harry se lleva una mano a la cabeza y dice leves maldiciones.
—Sube tus bragas y tus jeans. —dice riendo.
Abro los ojos al recordar que llevo todo abajo, los subo
Harry se acerca a mi oído y dice—: Ya tendré tiempo de terminar lo que empezamos, espero que no te parezca muy aburrido.
Mordió el lóbulo de mi oreja y se rió, una risa que salió de lo más profundo de su garganta dándole un tono sensual, como su voz misma.
La puerta corrediza se abre y una Daisy de lo más feliz entra, la sigue Laurence quien sonríe al verlos.
—Mierda, aquí huele a sexo. —la voz chillona de Laurence resuena en el pequeño lugar.
—No sé como huele el sexo. —dijo Daisy riendo.
—Ya sabrás. —dijo Laurence.
—Podemos irnos para que ustedes sigan con lo que sea que hacían. —dice Daisy.
—No es necesario. Yo me le llevo. ¿Daisy me haces un favor? —preguntó Harry, Daisy asintió.
—No, no es necesario. Quiero comer algo. —dije haciendo un puchero.
—Mucho mejor. —susurro Harry y me jala delicadamente del brazo sacándome del cubículo.
—Usen condón. —dijeron Laurence y Daisy al unisón.
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Aquí va el primero, espero que les guste, si quieren más comenten que les pareció este y que lugares sería buenos para que estos dos tengan sexo.
En el siguiente empieza lo bueno, a que aprenden muchas cosas aquí xD
