(...)

La cena transcurrió en un silencio sepulcral, nadie decía nada, además de que  faltaban Lour y mi tía Andrea, ellos dos se encontraban en el hospital, ocupándose de los papeles de Ahly, la cual seguía interna ahí.

-¿Qué era lo que tenías que decirnos?-Pregunté rompiendo el silencio, mi padre me miró a mí, luego a Charlie y al último a Lily.

-Me ascendieron de puesto en el trabajo, ahora soy gerente de la fábrica principal.-Dijo sin mirarnos.

-Eso es... ¡fabuloso!-Exclamé, feliz.

-Felicidades, papá.-Dijo mi hermano con una sonrisa.

-La fábrica principal está en Boston.-Soltó y mi sonrisa, junto con la de Charlie, desapareció.

-¿Q-qué?

-Nos mudaremos.

-¿Cuándo?

-En una semana.

-¿Odette?-Preguntó Charlie moviéndome de un lado al otro, sacándome de la premonición.

-¿Qué? Oh, ah.-Dije poniendo ambas manos sobre mi cabeza y ejerciendo presión.

-¿Es normal que tengas tantas en el día?-Preguntó con preocupación mi padre.-Según me ha contado Lourdes tuviste tres en el departamento de Ahly, estabas saliendo de una cuando fui a verte a tu habitación y ahora ésta en medio de la cena, dime ¿te encuentras bien?

Los miré a ambos sorprendida, era la primera vez que se preocupaban de mí o por mis premoniciones, ya que desde que murió mi madre prefieren hacerme a un lado a mí y a mis visiones.

-Estoy bien, ¿qué decías?

-En una semana nos iremos a Boston.

Asentí con la mirada perdida, Lily chocó su tenedor en el plato captando mi atención.

-¿Ellas vendrán con nosotros?-Pregunte refiriéndome a Ahly y a Lily.

-Sí, dado que no tienen a más familia que nosotros, decidieron darme la custodia de ambas. Aún se están tramitando los papeles pero es algo seguro-Dijo y sonreí alegre, eso quería decir que Ahly vendría con nosotros y que era mi hermana oficialmente.

(...)

Una semana después...

Desperté gracias al sonido de cajas siendo arrastradas por todo el departamento, los gritos de mi padre dando órdenes y las carcajadas de Lily.

Ha pasado una semana desde lo ocurrido en el departamento de las McCall. Le hicimos un funeral escueto a Rose, Ahly está reponiéndose de la pérdida y las heridas, y Lily está como si nada, no entiendo su comportamiento.

Miré la hora en mi celular y vi que eran las 7:24 am, ¿qué hacen todos levantados tan temprano?

Luego recordé: la mudanza, nos vamos hoy a Boston.

Solté un suspiro y con gran esfuerzo me levanté de mi adorada cama, caminé hasta mi armario y tomé lo primero que encontré.

Me puse un short extremadamente corto de mezclilla, una blusa negra con el número 19 en blanco que dejaba a la vista mi ombligo y unas botas militares, caminé hasta el tocador y me puse  gloss de labios. Peiné mi cabello color caramelo en una trenza y salí de mi habitación. Suspiré al ver todo desordenado y a todos vueltos locos.

Este día va a ser largo.

(...)

Al caer la tarde habíamos terminado de empacar y de montar todo en un camión de mudanza.

Justo ahora nos encontramos en el avión camino a Boston.

Ahly se encontraba durmiendo a mi derecha con la cabeza apoyada en la ventanilla y Lour está a mi izquierda jugando en su celular. Detrás de nosotros se encuentran mi hermano y Lily, la cual está dormida en su regazo y al otro lado del pasillo del avión se encuentran mi padre y mi tía charlando animadamente.

Desabroché mi cinturón de seguridad y me levanté de mi asiento, caminé frente a Lour y me dirigí en dirección al cuarto de servicio del avión. Mi padre me miró al pasar a lado de su asiento, se aseguró de que me encontraba bien con la mirada y giró la cabeza para seguir charlando con mi tía.

Al llegar a la puerta del cuarto de servicio ésta se abrió y choqué con un chico, ocasionando que ambos caigamos al suelo.

-Lo siento.-Nos disculpamos a la vez y levanté la mirada, encontrándome con unos ojos grises que no solo me dejaron hipnotizada por unos segundos, sino que me parecieron vagamente familiares.

Observé su rostro detenidamente, era un chico extremadamente guapo; su cabello es castaño oscuro, casi negro, tiene unos labios carnosos y rosados, sus pómulos están semi marcados y sus mejillas tienen una que otra peca, además que en su mejilla izquierda se marcaba un imperceptible húyelo.

Él fue el primero en romper el contacto visual, se levantó y extendió una mano para ayudarme a levantarme. Tomé ésta y una extraña corriente eléctrica recorrió mi cuerpo haciendo que me sonroje. Creo que él sintió la misma corriente porque apartó la mirada, cruzando los brazos sobre su pecho ocasionando que sus músculos se marquen.

-Gracias.-Dije algo tímida y me encerré en el cuarto de servicio.

¿Qué diablos fue eso?

Sacudí  la cabeza y me miré en el espejo, abrí el grifo y me mojé el rostro con ambas manos, tratando de apaciguar el calor de mis mejillas.

Hice mis necesidades y salí, caminé por el pasillo del avión hasta mi asiento y me recosté sobre este.

Sentí que alguien me estaba observando, así que giré mi rostro hacia la izquierda y me encontré con unos ojos grises mirándome fijamente. Alcé una ceja y me guiñó el ojo, volviendo su mirada hacia el frente.

-Odette ¿estás bien? Te has puesto roja de repente.-Dijo Lour tocando mis mejillas.

-Sí, sólo tengo calor.-Le di una sonrisa y él asintió no muy convencido. Recargué mi cabeza en el respaldo del asiento y cerré los ojos, cayendo en un profundo sueño.

Supersticiosa #1Where stories live. Discover now