Capítulo 1: Es el Colmo

Start from the beginning
                                    

-        No lo creo, puede que un día se le baje… seré paciente.

-        Supéralo, Taylor, no eres paciente y nunca lo serás; peor aún, Joseph esta agotándote la paciencia. Sólo una pequeña broma, ¿sí? Tengo muchos amigos que nos podrían ayudar – dijo con una enorme sonrisa.

-        Yo me haré cargo, Peyton, además, ya se te hace tarde, tanto a ti como a mí.

-        Sí, claro, no queremos que llegues tarde a detención – dijo con sarcasmo - ¡Nos vemos! – dijo emocionada mientras se iba deslizando por los pasillos en su patineta.

Seguí mi camino a la dirección, esta vez sí que tenía algunos problemas, ¿Qué dirá el director al verme de nuevo?

No sólo Peyton sería la única persona que me vería en los pasillos. Allí mismo veo a Nike, mi mejor amigo, el mejor de todos y mi más grande amor por los últimos… por siempre ¡Siempre me ha gustado él!

Quise esconderme detrás de un bote de basura, pero era algo tarde, él ya se estaba acercando a mí con una mala cara. Ay, no. Negaré todo. Sí.

-        ¿Otra vez vas a detención? – me preguntó algo molesto.

-        Amm… no… no… claro que no ¿Qué te hace pensar eso? – le pregunté nerviosa y él solo apuntó con la mirada hacía mi mano donde tenía el estúpido papel de la detención – ok, sí – lo admití – pero no fue mi culpa, fue…

-        ¿Joseph? – preguntó.

-        ¡Sí! – le dije emocionada.

-        Sal con él para que deje de molestarte – me dijo Nike.

-        ¡Nunca! Él no me gusta y no tengo razones para salir con él.

-        Todos en la escuela dicen que tú le gustas a él ¿Y si le preguntas? – me sugirió.

-        Se me hace tarde para detención. Me voy – le dije pasando al lado de él para ir a la oficina del director.

-        ¡Taylor! – me detuvo él tomándome del brazo - ¿Tienes miedo de la respuesta? – me cuestionó.

Tuvimos contacto visual por un rato. Luego me zafé de él y seguí caminando a más a prisa ¿Quién se cree Nike para hacerme pensar en eso? Puede que tenga razón… ¡No! ¡Jamás! Simplemente Joseph nunca se fijaría en mí… ni yo en él… ¿Cierto?... oh… Nike… eres un idiota, ni los papelitos mojados por Joseph me molestan tanto que cuando me pones a pensar. Debería hacer carteles o una marcha o alguna huelga, tendría un letrero enorme que diga “Por un mundo sin pensar” así ya no tendría migrañas, ni dolores de cabeza… ni coraje con Nike… cambié de parecer… pensar no es malo, que te hagan hacerlo es lo malo… “Por un mundo sin Nike” ¿Eso podría ser?

Miré la puerta de madera en la cual sabía que detrás de ella estaría el director. Sentado. En su escritorio. Seguramente esperándome. Con desgane levanté la mano y di unos cuantos golpes en la puerta que tanto observaba.

Mi Vida No Es Un Cuento de DisneyWhere stories live. Discover now