EDITADO.
Mi nombre es Alanah Miller, pero mis amigos me dicen Ally, nací en Inglaterra, pero mis padres son canadienses, hablo varios idiomas, los cuales mis padres enseñaron de pequeña. Soy heredera de la empresa más importante en tecnología del mundo que por el momento es dirigida por mis padres. Nadie en el instituto sabe que soy una heredera importante pues mis padres pagan para que no muestren ninguna foto mía en televisión. En el instituto sólo saben esa información tres personas, mi mejor amiga Carly, mi mejor amigo Matt y mi enemigo Leo. Solo porque los padres de todos tres son socios de los míos, Carly y Matt los conozco de siempre, pero a Leo lo conocí en la escuela hace dos años cuando entre nueva a este instituto. Le caigo mal porque soy una chica y no por ese motivo si no por que estoy en el equipo de fútbol americano y soy la segunda al mando después de él.
Si, ese es el motivo de nuestro odio. Leo es el mujeriego de el instituto, todas quieren con él y con una mirada las tiene en menos de cinco segundos en su cama, aunque he de admitir que es guapo. Es alto mide 1,85, pelo negro como el carbon, sonrisa perfecta y cuerpo marcado pero no exagerado.
Por mi lado, soy una estudiante aplicada, pero claro, todo por el fútbol, si mis notas bajan o faltó al colegio me sacan del equipo al igual que el resto. Soy capaz de taclear a cualquier persona, menos a Leo, parece de piedra. Mi cabello es naranja- chocolate liso, soy pequeña mido 1,45, mis ojos son verdes esmeralda, soy delgada, de mi trasero no me quejo al igual que mi delantera, tengo curvas pronunciadas y aunque este en el equipo de fútbol mi madre me enseñó a ser femenina en todo momento, pero no me llevo tan bien con las chicas, pero con los hombres se me hace mas fácil dialogar, aunque nunca me ha interesado ninguno.
Ademas mis tíos, Jace y Jack al igual que mi padre son muy celosos, aunque ellos no sean mis tíos de verdad los consideró como unos. A sí, ellos tienen hijos hombres lo que me convierte en la única chica, además Luke, Louis y Nick tienen sólo once, diez y nueve años. Y yo tengo dieciséis. No me gustan mucho las fiestas, me gusta ir a cine y el helado de Nutella.
-Bien Alanah, este es un nuevo día y nadie va poder arruinarlo.- me digo en el auto cuando aparque en el instituto, pero no falta el idiota que arruina todo.
-No, pero si ese alguien soy yo, si.- dice Leo metiendo la cabeza en el auto.
-Déjame pasar Collins.- digo lo más calmada que puedo.
-No, Lana.-ash como odio que me digan así.
-Mira feto de dinosaurio, no estoy de humor como para tener que soportar a un imbécil, ahora te pido que arregles tu problema.- Señaló a su amigo que esta despierto.- y no vuelvas a molestarme.- digo alejándome de él y escuchó como sus amigos lo empiezan a molestar, sonreí internamente, nadie se mete con esta chica.
-Ally.-dice mi mejor amigo Matt.
-Matt.-le saludo.
-¿Todo bien?.- pregunta.
-Lo normal, ya sabes, el idiota de Collins siempre molestando, pero sabes siempre lo dejo en su lugar.- asiente.
-Bien, hecho enana.- chocamos los puños.- Te buscaba por que hoy va a haber entrenamiento.-él también está en el equipo.
-¿Hoy?.- asiente.- Mierda, hoy tengo una cena con mis padres no voy a tener tiempo de arreglarme.- suspiro.
-Ambos sabemos que si, incluso puede que quedes mejor que nunca.- lo miro a sus ojos azules.
-Eso creo.- murmuró. Matt me confesó que le gustaba cuando teníamos catorce pero le dije que no correspondía sus sentimientos porque no me interesaba tener novios a esa edad. Pero sé que ahora está enamorado de Carly.
