Odio cada kilómetro, cada metro, cada centímetro, cada milímetro que me aleje de ti...
Y siempre me pregunto... ¿Cuándo volveré a su lado?
Extraño esos hermosos días en los que solo hablábamos de nuestras vidas sin sentido, todo lo que nos hacia sentir felices. Esos momentos en los que tu me abrazabas y yo sentía esa sensación satisfactoria que me hacía viajar a otro mundo, en el que no había nadie que nos pudiese separar.
Como siempre todas las noches, siempre me pregunto:
¿Cómo estará?
¿Qué pensará?
Y... ¿cuánto tiempo más tengo que esperar para volver a sus brazos?