Única Parte

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Bien, yo soy Ruben Doblas, trabajo en la Mansión del Señor Rogel como mayordomo, llevo dos años trabajando aquí, la verdad me siento completamente a gusto, esta mansión es enorme joder, cabrían mas de mil personas en ella. El Señor Rogel es muy elegante, todo el tiempo de traje, a no ser que vaya a la alberca que media como una cancha de fútbol, o que vaya a dormir, pero si no fuera por esas dos razones, lo verías todo el día en traje y que por cierto le quedan perfectos. 

Y muy raro se me hacia que el no tuviera una esposa o una novia tan siquiera, teniendo 24 años, con un trabajo así, una mansión de cojones y siendo muy guapo, ya tuviera a todas las mujeres del mundo bajo sus pies. Eso es muy extraño, yo ya anduviera tras de el, si no fuera por que trabajo para sus servicios. 

Y mira que en otra parte, lo mas extraño era que cada fin de semana, traía a una mujer u hombre a su mansión y se encerraba con ellos en un cuarto al que nadie podía entrar, nadie. Solo el podía entrar con las visitas que traía y esas visitas salían de ahí hasta el día siguiente en la mañana. Muchos de los empleados, incluyéndome, deseábamos saber que escondía ahí el Señor Rogel, la razón por la que ha nadie dejaba entrar y solo podían entrar las visitas que le acompañaban cada fin de semana, ¿que era lo que tanto escondía en esa gran habitación? quien sabe, pero mas valía respetar su intimidad y no entrometernos si no queríamos perder nuestro trabajo.

*****

Estas dos ultimas semanas el Señor Rogel ha estado un tanto raro conmigo, se podría decir que me mira, me observa, pero con una mirada de... ¿deseo? ¿lujuria? ¿pasión?, si creo que esas son las palabras exactas. Me parece muy extraño, no creo que el se quiera enredar con uno de sus empleados de mansión, siendo yo un simple mayordomo de 22 años, ni siquiera se me acercarían las chicas si supieran de mi empleo, pero donde me llevo una buena paga, así que vale la pena. Donde si me quede en shock en una noche, fue cuando yo en mi habitación, tomando una ducha, llegara a entrar el Señor Rogel, o ¿me lo imagine?, simplemente no alcance a ver, porque las luces de mi cuarto las había dejado totalmente apagadas, y en la puerta del baño abierta pude observar una sombra a lo lejos, y esa sombra si era de un hombre y la complexión era como la de el. Me quede impactado cuando la vi, cuando estaba a punto de tomar la toalla para secarme, y después de tallar mis ojos para ver si no me había equivocado de a verlo visto a el, había desaparecido.

*****

Hoy era sábado, los empleados y yo sabíamos que hoy tendría las típicas visitas que el Señor Rogel solía llevar, pero nos sorprendió mucho verlo llegar solo, entrando a la mansión sin nadie a su lado. Yo me encontraba haciendo guardia a un lado de la puerta de entrada, y la abrí para que el entrara, me dio una mirada que hizo que se me pusiera el vello de punta.

-Buenas Noches Señor- Dije con una voz temblorina

El prosiguió su camino con una de las empleadas que se encontraban allí mismo a susurrarle algo y después de eso subió hasta su habitación, o eso creía. 

Pasaron unos veinte minutos cuando la misma chica castaña, empleada domestica de la mansión, se me acerco y me dijo algo que jamas creí escuchar.

-El Señor Rogel te espera en la "habitación prohibida"-Después de eso se encamino a proseguir con sus labores.

Yo me quede con la boca semiabierta y los ojos como platos, ¿porque querría que yo entrara por fin a esa "habitación prohibida"  después de dos años trabajando aquí y que jamas había dejado a ningún trabajador poner un pie en esa habitación? Y si, nosotros habíamos  nombrado aquella habitación así por obvias razones. Bien, que mas quedaba, no podía pasar de largo sus ordenes por mas que quisiera.

Y ahí me encontraba yo subiendo las grandes escaleras y recorriendo un gran pasillo hasta llegar a ella. Tengo que aceptar que estoy algo nervioso y tenso, que tal... ¿si me despedía?, Bien cálmate Ruben, solo estate tranquilo, todo saldrá bien, no hay porque temerle, es una simple persona, solo que con mucho poder... Tome aire hondo y lo solté de un solo suspiro, golpee levemente esa gran puerta que cubría todo lo que podría a ver dentro de ella, dos golpes mas y seguía sin abrir, dos mas y nada, hasta que su voz que hizo que se me erizara la piel, me dijo que entrara.

sado-masoquismo《rubelangel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora