Mi nombre es Natalia Montero, miembro de una poderosa familia católica que cree en el evangelio, mis padres me han puesto en un colegio católico desde hace años, para no volverme "Rebelde" ahora que ya casi termino la escuela empecé a sentir un par de emociones raras por una muchacha.
Daniela y yo fuimos amigas por casi 9 años, representando el estereotipo de las chicas presumidas del colegio, antes eso era mi vida, presumir mis objetos y accesorios caros, mi ropa, mi hermoso cabello rubio y mi piel blanca, todo lo que una chica pudiera soñar.
Dany y yo empezamos a ser amigas desde primer grado, la recuerdo como la niña calmada del salón, un día en primer grado nos habían sacado al parque, podíamos llevar nuestros juguetes para divertirnos en ese día, recuerdo que Daniela era la chica callada, tenía un hermoso cabello negro con unos lindos ojos, también negros, me acerqué a ella curiosa y le pregunté que si quería jugar conmigo, le preste una Barbie y comenzamos a jugar, cuando estábamos jugando quisimos encontrarle novio a una de nuestras Barbies.
Como no teníamos ningún "Ken" nos quedamos viendo y riendo juntamos a las muñecas, fingiendo un beso entre ellas dos, mencione que era muy bonita, Dany se me quedó viendo con su expresión inocente y me contestó -Tu también- sonreí y le di un beso en la mejilla, llamándola mi mejor amiga.
Pasaron los años, ella y yo hicimos más amigas, haciendo un pequeño grupito, con los viajes del colegio, trabajos en equipo y las pijamadas que organizábamos descubrí lo que realmente es el amor, no es esa tontería de Disney, las princesas están en problemas y mágicamente llega un muchacho afortunado que se enamora a primera vista de ella, el amor se gana y se cultiva, no se compra ni se juega con el.
Mis padres antes veían a mis amigas como una pequeña hermandad, llena de color rosa, unicornios y caramelos.
Si ellos supieran todo lo que escondemos en nuestras mentes, en todas esas libretitas y qué hacemos mientras ellos están fuera, justo ahora estaríamos castigadas para siempre, solo por nuestras mentes criminales.
Ahora en este relato contaré mi verdadera historia que se esconde entre chicas culpables.
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Entre Chicas Culpables® (Yuri)
Teen Fiction"El lesbianismo es pecado" dijo el maldito de mi padre, ahora no sé qué será de mis padres cuando se enteren de mi historia entre chicas culpables.
