– Tranquila... Mi novio es Alex Smith ¿lo conoces?

– ¿Qué si lo conozco? ¡¡Claro que lo conozco es MI novio!! – Gritando

– ¿¿Cómo?? Como va hacer tu novio si es el mío.

– ¡¡No te creo!! ¡¡Es imposible!!! ¡¡Eres una mentirosa!! ¡¡Alex no me haría esto!! – No podía creer todo lo que Vicky le estaba diciendo.

– Claro que no soy una mentirosa – La fulmina con la mirada –La mentirosa acá eres tú, darías todo porque Alex te tomara en cuenta.

– Hasta que no lo vea con mis propios ojos no te voy a creer – No daba crédito a todo lo que escuchaba, Alex no sería capaz de hacerle eso.

– ¿Quieres pruebas? – Dice Vicky desafiándola

– ¿Qué pruebas? Tú no tienes prueba, no seas mentirosa – Anto igual estaba nerviosa porque algo me decía que estaba muy equivocada.

– ¿No me crees? –Antonella negó– Perfecto –Saca un sobre de un bolso– Toma –Le tira el sobre– Ahí están tus pruebas

– ¿Qué ese esto? – Toma el sobre

– Tus pruebas, ábrelo –Antonella muy nerviosa abrió el sobre

– ¡¡¡No!!! ¡¡¡Esto no puede ser posible!! – Llorando y enojada– ¡¡Esto es falso!!

– No, no lo es... son verdaderas.

– Alex no me puede hacer esto.

Adentro del sobre habían fotos de Vicky con Alex, unas en un parque abrazados y dándose besos, otra en un restaurante y muchas más... Las típicas fotos que se toman los novios cuando están disfrutando bellos momentos juntos.

– Pero te lo hizo.

– Tu lo sabias. – Acusándola

– ¿Yo? – Dice Vicky haciéndose la inocente

– No tu abuela, obvio que tu – Enojada

– ¿Si lo sabía qué?

– Eres una... – Vicky no la dejo continuar

– No se te ocurra decir eso porque no respondo.

– ¡¡ZORRA!!

– Te lo advertí – Se tiro encima de Anto – A mí no me llamas zorra – Le pego una cachetada

– No te tengo miedo – Le dijo Antonella, mientras le respondía los golpes.

En esos se acercan unos chicos a separarlas, les costó pero lograron separarlas.

– Suéltenme que la mato – Les grito a los chicos que la tenían afirmada.

– Uyyy.... Mira como tiemblo – La reto Vicky, a ella nadie la afirmo.

– Yo te mato – Antonella peleo para que la liberaran pero no lo lograba.

– Bueno, ya hice lo que venía hacer, ahora me voy – Dijo empezando a alejarse

– ¡¡Cobarde!!

– Conmigo no te metas – Se giró para amenazarla – Ni te imaginas de lo que capaz

– Zorra – No se podía soltar

– Bye querida, dile a Alex que lo espero en la noche – Se fue riéndose

Llego la hora de volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora