"Pet store" (Wei)

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—¿En serio?  ¿Aún lo quieres?—mencionó el chico, mirando a su hermana pequeña quién estaba embelesada mirando a los cachorritos. 

—Sí

— Per-

— Nada de de peros,Sung Joon. Dijiste que me ibas a comprar un perrito si  lograba pasar todas las materias. Mamá dice que es malo hacer promesas si no las vas a cumplir.  —Siseo bajo lo último mientras un puchero se formaba en sus pequeños labios. Nadie iba impedir que tenga una mascota, había estudiado muy duro para poder obtenerlo sin que alguien ponga alguna objeción. 

Miro por cuarta vez a su hermano mayor, ya dispuesta a darle una de sus miradas especiales, esas que siempre utilizaba cuando quería obtener algo. Nunca fallaba. 


—Por fis....   


— Esta bien  —Sung Joonaceptó resignado. Su pequeña hermana dio unos saltitos de alegría, mientras lo abrazaba una y otra vez.  



Se lamentó internamente  por haberle prometido comprarle una mascota si lograba pasar todas las materias con un buen promedio; y él se lo prometió porque bueno .....  no creyó que iba a lograrlo. Cruel, pero conocía a su hermana. 


— Ya...  —dijo, separándose de aquel sofocante abrazo, no eran muy fan de las muestras de afecto—       Mucho cariño para mi gusto.  — mencionó con un poco de humor, apartando a su hermana de su cuerpo.


Al entrar un tintineo se escuchó en el lugar, oh tenían una campanilla.  Sintió un tirón en su brazo y vio a su hermana dándole una mirada de súplica.


  — ¿Que sucede?   —se agacha hasta la altura de su hermana ya que ella le hacía señas para que lo hiciera.


— Se han desatado mis agujetas  —susurró muy bajito, tan solo para lo que escuche él.

Sung Joon  se agacha  y empieza a atar los cordones de su hermana, pero no se había percatado que estaba agachado en la entrada del lugar. 

Unos cuantos segundos después de haber terminado de atar las agujetas, siente un golpe en su espalda haciéndolo caer directamente al piso. La puerta había sido abierta


 — Y-Y-Yo lo siento, realmente lo siento. No me había dado cuenta que usted es-estaba a-


Aquella melodiosa voz, ¡oh! que hermosa era...  tan delicada, tan suave.


Levantó la mirada del suelo para descubrir a quién le  pertenecía aquella voz. Maldición, si había muerto por aquel estúpido golpe estaba muy feliz. Ya que un ángel estaba al frente suyo recibiéndolo con una mirada muy preocupada.   

Aquel ángel le tendió una mano, no comprendía pero basto solo unos segundos para caer en cuenta de su situación. Aún estaba tirado en el piso y aquella joven  con aspecto de ángel fue quién lo había tirado. 

Tomó la mano que le ofrecían y de un tirón ya se encontraba de pie al frente de la chica. Podría haberse parado sin ayuda pero no iba a desperdiciar la oportunidad de poder tocar la mano de aquella joven que estaba robando su corazón.

Imaginas de UP10TIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora