Volvió la resistencia

capítulo cinco

Narrador omnisciente

Todos se vacunaron. Lo más gracioso fue Valentín. Él si fue un problema para hacerlo. Devi lo acompañaba y le explicaba que no dolía nada, pero Valentín nunca se había vacunado, así que hizo un drama por eso. Entonces, Devi lo hizo primero, se vacunó. Valentín le advertía que no lo hiciera, pero se llevó una sorpresa cuando vio que no pasaba nada.

                                                 ***

Venecia, Noah y Daimon hablaban mientras esperaban a todos que se estaban vacunando. Ella le preguntó a Daimon cómo pudo venir, pero él no le respondió nada.

Mientras tanto, Noah le explicó todo lo que le dijo el matón de Milo a Daimon.

-Ahora, lo que estoy pensando es que si no los quisieron descubrir, es porque no quieran ¿no?

-Tal vez deberíamos irnos ¿no?- Venecia sugirió- Es probable que sepan que estamos acá.

-Sí, pero a dónde vamos a ir con todos los chicos.

Habló Noah. Nadie le contestó.

Se escucharon los ruidos de los chicos en el camión.

-¿Nos vacunamos?-preguntó Daimon.

Valentín

Por fin ya acabo esa vacuna del demonio. Debo confesar que me dio un poco de vergüenza haber hecho todo ese escándalo, pero ya fue. Pero juro por mi vida ya no volver a vacunarme, ya sé que tengo 15 años y debo de ser maduro, pero esa maldita cosa duele.

Salí de aquel bus y me fui a buscar a Devi.

No sé qué hacer aún. Devi es mi mejor amiga, pero me gusta. Me ha gustado desde que la besé por primera vez y a veces pienso si esto es estar enamorado. Devi no me ha dicho nada acerca del último beso que le di, tampoco yo. Pero seguimos siendo buenos amigos después de todo, aunque por dentro mío, quisiera ser algo más.

Salí de aquellos pensamientos. Encontré a Devi sentada en la arena escribiendo algo en ella. Primero pensé que estaba escribiendo su nombre, ya que todo el mundo cuando va a la playa lo hace, pero me equivoqué. Devi no se movía ni pestañaba, solo escribía con el dedo una palabra que me dejó confuso. Después de ello, Devi pestañeó, explicándome que volvió. Tuvo una revelación.

-¿Qué pasó?- me preguntó y me senté al costado de ella.

Le señalé lo que escribió.

El Principito.