21. ¿Su pan en mi horno?

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Sonrío ampliamente antes de sobar mi estomago abultado y tirarme en el sofá boca arriba. Estiro mi mano hacia el control remoto. Enciendo la televisión y paso los canales. Escucho como Keidan hace algo en la cocina.

No hay nada bueno en la tele.

Acabo de comer y ya tengo hambre otra vez.

—¿En serio bebé? Como haces a mamá engordar.

Empiezo a hablarle a mi barriga, se me hacía un poco tonto hacer esto. Pero ahora entiendo, se siente lindo hacerlo. Sientes como si te escuchara y te entendiera lo que estás diciendo. Tengo tantas cosas que preguntarle al doctor que creo que haré una lista.

El timbre del departamento suena haciéndome sobresaltar, ¿quién será? Me levanto lentamente para ir hacia la puerta.

Mis pies descalzos tocan el suelo frío, esto solo me recuerda que Keidan me regaño y dijo que me pusiera algo en los pies porque enfermaría.

Al abrir la puerta trato de ocultar la sorpresa en mi cara. Hace mucho que no lo veía. Una gran sonrisa se extiende en mi rostro. No puedo ocultar la felicidad al tenerlo enfrente mío.

—Hola, Mark.

—Hola.—contesta, me mira de arriba a abajo. Su vista se detiene en mi vientre. Muerdo mi labio inferior esperando su reacción.

—¿Estás molesto? —pregunto algo triste, hago un puchero.

—¿Tienes algo que decirme?

—Sí— sonrío—. ¡Estoy embarazada!— chillo, elevo mis brazos esperando un abrazo de su parte.

—¡No me digas!—mira mi vientre abultado y lo apunta con sus manos.

Bajo lentamente mis brazos, el ceño fruncido de Mark no desaparece, sé que está enojado, lo conozco muy bien. Bajo mi mirada algo triste. Hace ocho meses que no veía a Mark.

Mark iba conmigo al instituto, tres meses después de que se fue salí embarazada. Se fue de viaje por algunos asuntos familiares. Nunca le dije nada, le prohibí a Lisa que no lo hiciera.

Hablando de Lisa, se la pasa todo el tiempo con Derek, aveces ni siquiera duerme en el departamento. Como anoche. Se me hace precipitado esto, aunque es su vida, no quisiera que saliera embarazada a esa edad. Como yo.

—No te enojes.—susurre pasando mis brazos por su cintura. Él me devolvió el abrazo.

—¿¡Quién fue el imbécil que metió su pan en tu horno!?— gritó entrando al departamento todavía conmigo en brazos.

Siento mi cara arder por lo que acaba de gritar. Pudo ser un poco sutil.

—¿Quién metió su pan en el horno de quién? —preguntó Keidan saliendo de la cocina. Éste al verme abrazando a Mark apretó su mandíbula. Mark me soltó y camino hacia el padre de mi hijo.

La primera alarma de dispara en mi cabeza. Me pongo enfrente de Mark rápidamente.

—¿Fue él?—gruñe.

Keidan solo esta parado mirando todo confundido y molesto.

¿Qué podría hacer yo sí la cosa se pone fea? Dos chicos más grandes que yo molestos y una embarazada con sus hormonas revolucionadas que se pondría a llorar si le robaran su helado.

Sí, yo no podría hacer nada.

KEIDAN'S POV.

Me sentía fatal.

Cuando Kaily me contó su sueño algo en mi pecho dolió.

Cada palabra que decía, cada lágrima que derramaba y sollozo que soltaba. Me dolió.

¿¡Qué es esto en mi barriga!? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora