- Es que ni loco entro ahora a avisarles. - murmuró bastante avergonzado y pensando en alguna manera de...

- S-siin... n-no pued... aaaaah, n-no h-hagas esooo...-

- Pero te encanta que lo haga, Ja'far.-

- E-eso nooo... aaaah...-

- Yo aquí no puedo concentrarme. - con su rostro tan rojo como un tomate, Alibaba se alejó de la habitación, dándole intimidad a la pareja.

Sus pies le guiaron hacia su cuarto, seguía pensando en qué hacer, quizá Aladdin seguía entrenando con la hechicera, o puede que hubiera ido a dormir a otro sitio, quizá se había topado con alguien y estaba hablando, o...

- Haa, ¡¿dónde estás, maldición?! - se tiró del cabello y respiró intentando calmarse.

El plan se creó en su cabeza: coger su espada y salir a registrar toda Syndria de arriba abajo, conocía la ingenuidad del Magi, con un simple '¿quieres sandías? Ven, que te daré unas pocas' bastaba para engañarle; ahora su rostro palideció imaginando algún viejo pervertido riendo mientras engatusaba al pequeño para hacerle cosas no muy inocentes.

- Es que ni de broma. - notablemente enfadado entró en su habitación, dispuesto a incendiar la casa de ese viejo con las llamas de su djinn (si es que de verdad existía tal persona).

Sus ojos se abrieron como platos viendo a Aladdin sentado en su cama con las piernas cruzadas sobre la misma.
- ¿A-Aladdin? - hasta su voz sonaba asombrada.

- Alibaba-kun, buenas noches. - sonrió ladeando su cabeza y con sus mejillas un tanto sonrojadas.

- ¡Aladdin! - corrió hacia él y le abrazó envuelto en lágrimas tras subirse a la cama.

- ¿Estás bien, Alibaba-kun?

El rubio asintió separándose, miró preocupado al menor, sonreía mientras se tambaleaba un poco; además que no paraba de reír de manera un tanto sospechosa.

- ¿Estás tú bien, Aladdin? - preguntó desconfiado.

Asintió con la cabeza bastante animado.

- One-san me dio una poción y mi cuerpo está calentito como el fuego...- decía- ¡Pero ahora que he visto a Alibaba-kun me siento incluso más caliente!-

- ¿Ha? - ladeó su cabeza sin entender apenas una palabra.

El peliazul se inclinó y tomó la mano del príncipe, la llevó sin vacilación a su entrepierna y la dejó allí.

- Esto está más grande y caliente ahora que de costumbre.-

El rostro del mayor ardió, incluso el vapor salió por sus orejas.

- ¿Qué cosa dices que te dio...?- preguntó apartando su mano de esa zona tan íntima.

- Alibaba-kun, se sentía bien ahí tu mano, por favor no la quites...- gateó hacia él dispuesto a sujetarle de nuevo.

- ¡E-espera! - le sujetó por los hombros impidiendo que se acercara- ¿Alguna pócima extraña? Mujer pervertida, ¿por qué razón querría darte una cosa como ésa?-

- Le dije a one-san que hoy vendría a hablar con Alibaba-kun, porque hace mucho tiempo que no le veía. - comenzó a explicar mirando al otro en todo momento- Entonces one-san me dio una bebida y me dijo 'con esto lo pasaréis muy bien'; y yo quiero pasarlo bien con Alibaba-kun, por eso la bebí. - sonrió de esa manera que le caracterizaba, provocando que el corazón del rubio se detuviera por unos segundos.

Alibaba se separó del otro quedando sentado al borde de la cama, se cruzó de brazos mientras ladeaba de un lado a otro la cabeza, buscando alguna solución a esto.

Love Potion (Yaoi, Gay) [One-shot // AlibabaxAladdin]Where stories live. Discover now