CAPITULO 1

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*Narra Bellatrix*

Mi brazo izquierdo había empezado a arder. Levante la manga de mi vestido y pude ver como la marca tenebrosa se tornaba de un color oscuro que se intensificaba cada vez más y se retorcía en mi antebrazo. Era hora. Volé en un humo negro hasta la mansión Lestrange, donde ya se encontraba el Señor Tenebroso y otros mortífagos de confianza.

-Oh querida Bella, que gusto que llegues a tiempo. Tú serás la elegida entonces – hablaba con su siseante voz, como siguiendo el hilo de una conversación de la cual yo no estaba enterada, aún

-Mi Señor, no sé a qué se refiere – dije acercándome más

-Bella, nos han informado que el niño Potter estará, probablemente, en la casa de alguien dentro de la Orden el día de mañana. Por lo tanto, necesito que tú y alguien más investiguen quién lo esconderá; cuándo lo sepan y una vez que estén allí, escuchen atentamente de lo que se habla. Dumbledore aún vive, así que hay que acelerar el proceso – Hace una pausa más larga de las que habitualmente hace al hablar, mirando a todos los presentes - ¿Quién será el…afortunado de acompañar a la Señorita Black en su misión – Rodolphus hace una mueca de odio al recordar que ya no soy “Madame Lestrange”. Yo solo espero que no sea ese idiota – Tal vez tú, Greyback, hace mucho no haces un trabajo significante para mí y no quiero holgazanes en mis filas.

Y sin decir nada más, desapareció, como siempre lo hacía cuando cerraba una conversación.

Miré a Greyback e imité a Voldemort, desaparecí de aquel odioso lugar, no porque la mansión sea poca cosa, sino porque ahí estaba Rodolphus y ahora que me deshice de él, procuro no compartir ni siquiera mi tiempo con su presencia.

Llegué al Callejon Diagon y mi inútil acompañante apareció a los pocos segundos; yo sabía exactamente a donde ir, me encaminé a Burgin & Burkes sin importar si Greyback me seguía o no (Aunque obviamente lo hacía), llegué a la puerta y en vez de entrar, toqué 4 veces rápidamente

-¿Qué…¡Oh, Madame Lestrange! – Hace una reverencia

-SEÑORITA BLACK, inepto – Le corregí inmediatamente al imbécil de Stan Shumpike quién abrió los ojos con sorpresa

-Disculpe, ¿Señorita Black a qué debo su visita?

-Sin formalismos Shumpike, necesito que investigues algo – Yo sabía las intenciones y las ganas que tenía Stan de ser mortífago, y me aprovecharía de eso, obvio. – A Potter lo protegerán en una casa y necesito que le preguntes a tu amigo Bill si él sabe algo

-Bueno…Bill Weasley no es precisamente mi amigo, solo hemos hablado un par de veces; eso será difícil – Dice mirando hacia el cielo nublado.

-Sí, sí, ya me sé esa historia – Saco de mi cartera varios galeones y se los entrego – Tienes 5 horas y te estoy dando mucho tiempo, mándame la respuesta con una lechuza, espero no tener que buscarte aquí porque tantos sangre sucia y mestizos saludándome me dan náuseas

-Gracias Señorita Black, no los defraudaré – asiente con la cabeza

-Oh, eso sería lo último que harías Stan, tenlo por seguro – Él se estremece y entra, cerrando la puerta de Burgin & Burkes tras él.

-¿Es seguro mandarlo a él a cosas tan…importantes? – Pregunta por fin mi silencioso acompañante.

- Por supuesto Greyback, Shumpike ha trabajado para mí más de lo que te imaginas

- ¿Y por qué sabías que estaba aquí?

-Porque está obsesionado con la magia oscura, hechizos hirientes, imperdonables, con los mortífagos y con el mismísimo Señor Tenebroso. Así que pasa su miserable vida admirando las cosas de Burgin & Burkes – Miro mi reloj – ¡Merlín! Debo irme. Greyback te espero en mi Mansión en 4 horas, una vez que sepamos donde será, tendremos que planear puntos estratégicos para escuchar y observar todo.

-Estaré pensando en eso Bellatrix – Me coge la mano y la besa a modo de despedida – Hasta entonces. – “Eso fue asqueroso” pienso, y me limpio con cara de asco.

Aparentemente, Greyback lucía como una bestia que no tiene ni la más mínima posibilidad de pensar algo; pero la verdad es que era, a parte de mí, una de las grandes mentes tras las movidas que realizábamos los mortífagos, y tenía una mente llena de maldad.

Llego a la Mansión Malfoy, aceptando la invitación a almorzar de mi hermana Cissy

-Hola tía – Draco me da un abrazo formal y yo se lo correspondo – Mi madre te espera en la mesa

-Cissy y sus locuras – Niego con la cabeza - ¿Y Lucius?

-Él…está…arriba, no nos acompaña a almorzar hoy, ya sabes – Se excusa y como queriendo cambiar el curso de la conversación dice: – Estás muy elegante hoy tía, bueno, más de lo normal.
Sonrío

-Te agradezco el cumplido Draco, pero no es por nada en especial
La verdad sí tenía una razón, la reunión con Voldemort, debía ir radiante, además, era en la Mansión Lestrange y Rodolphus iba a estar allí obviamente, me gusta notar como me sigue con la mirada y sufre desde que nos divorciamos.

Caminé hacia la mesa,  Cissy estaba sentada en la cabecera, cuando me vió se levantó rápidamente y me abrazó. Tenia los ojos hinchados de llorar, imagino, y todavía estaban cristalinos.
Deshice el abrazo rápidamente, y ellos fueron a sus asientos.

-Sientate, tía.- Oí decir a Draco, al mismo tiempo me señalaba el que supongo sería el lugar destinado para mí. Así que me senté enfrente de Draco y del lado derecho de Cissy.

El almuerzo fue silencioso, no se habló a menos de que fuera un cumplido por la comida. Me gusta el silencio, pero a Narcissa no. Desde que llegué y sentí la tensión del ambiente supe a qué se debía todo esto.

Draco se levantó de la mesa sin terminar, dijo un suave "Adiós" y mi hermana se levantó a darle un abrazo, yo simplemente asentí y él se fue a su habitación. En ese momento di por terminado el almuerzo. Me levanté y Cissy me siguió al salón. Aunque no quería, debía hacer esto.

Tomé asiento de nuevo, esta vez en un puff estratégicamente situado cerca de la cálida chimenea, esperando la incómoda conversación y el martini que acabo de ordenar al elfo. Veo a mi hermana sentarse justo en frente de mí.

-Tengo miedo- Dijo mirando el suelo con sus ojos más cristalizados que nunca.

-Lo sé Cissy- La miro fijamente, sin expresión alguna.

-Es sólo un niño.- pude ver cómo se secaba la lágrima que acababa de salir de su ojo izquierdo -No puede... No puede...- Dijo y empezó a llorar con la cara entre sus manos y los codos apoyados en sus rodillas.

-Sabes que el Señor Tenebroso lo decidió, ya no hay vuelta atrás.-Dije negando con la cabeza, haciendo énfasis en la última parte.

-Hablaré con Severus- fue como si se le hubiera ocurrido una gran idea, porque al decir esto su rostro se tranquilizó un poco.

-NARCISSA ÉL NO ES DE FIAR Y LO SABES.-Grité levantándome del sillón y mirándola con algo de rabia.

Ella se echó a caminar y antes de llegar al umbral del salón se dio media vuelta y me miró a la cara.-Sabes que lo haré.-Dijo fríamente, retirándose de allí. Quedé mirando un punto fijo por unos segundos, sola y con la copa de martini que ya había vaciado rápidamente, la deje caer al suelo sin importar el desorden de vidrio que dejaría, y desaparecí de la casa, llenando el salón de humo negro. Resolveré un par de asuntos antes de encontrarme con Greyback en mi mansión.

Este primer capítulo va dedicado a Verónica (Sirius Black), Mary (Draco Malfoy), Mónica (Hermione Malfoy), Shirley (Astoria Greengrass), Silvia (Ginny Potter), Lizzy (Teddy Lupin). Miembros del mejor grupo de whatsapp de rol de Harry Potter (#TeamRiceWithMartini) en el que se está inspirando esta historia💚. Si les gusta, voten por favor

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