3. "Intenta no babearte tanto"

83 4 3
                                    

Kat comenzaba a disfrutar el tercer día de invierno en Estocolmo, después de todo era su estación favorita, hoy el B.A.R. no abriría pero Kat había quedado de juntarse con su mejor amiga.

-No puedo creer que los chicos aquí vengan cada vez más idiotas. -Dijo la rubia mientras revolvía su tequila, Kat le sonrió.

-Las idiotas somos nosotras, venimos aquí a pesar de que no tenemos que trabajar.

- ¡Es el mejor bar de Estocolmo que esperas mujer! -Protesto emocionada.

- ¿Sabes? Gary pensara que estamos enamoradas de él. -Las amigas soltaron carcajadas y siguieron con sus respectivas bebidas.

- ¡No puedo creer que estés enamorada de mi futuro suegro! -Dijo la rubia, bromeando, aunque el hijo de Gary era igual de sexy que el padre.

-Tiene...dieciséis años.

-Oh calla mujer.

Kat sonrió mostrando todos sus dientes y se fue a buscar más champagne, se rio para sus adentros recordando a la mujer del otro día, quizá en algún momento terminaría como ella.

-Hola Blake. -Saludo amigablemente al dichoso Dios griego o más conocido como el hijo de Gary.

- ¿Qué onda Kat?

-Muy bien ¿Podrías servirme más champagne? -El rubio asintió y fue a buscar lo que Kat le había pedido, volvió segundo después.

-Cortesía de la casa. -Kat se sintió idiota al sonrojarse por el guiño del chico, le sonrió levemente y volvió con su amiga.

- ¡Mi futuro novio te guiño un ojo! -Danna fingió ofenderse y volvieron a reír.

-Oh, debo irme mi hermano está enfermo.

- ¡Danna, dijiste que estaba mejor!

-Sí, dije que estaba mejor...No completamente sano. -Kat rodo sus ojos.

-Estas jodida.

Las amigas se despidieron después de tomar el último trago de alcohol, eran las nueve de la noche y a esta hora la gente suele estar más revolucionada de lo normal, aunque Estocolmo era un lugar bastante revolucionado y apenas estaba tranquilo en la mañana, al contrario de Danna, Kat se fue caminando, después de todo no eran muchas calles, aunque sintió que la seguían todo el camino cada vez que volteaba no había nadie, apresuro el paso pero aun así sentía lo mismo, pero se volteaba y...Nada.

Se sintió a salvo cuando llego a su casa, soltó un suspiro que venía aguantando desde que salió del trabajo y despeino su cabello, su respiración estaba agitada, su pecho subía y bajaba, se recostó un rato y quedo profundamente dormida, eran las tres de la madrugada cuando un fuerte ruido se escucho en el lugar lo que provoco que Kat se levante sobresaltada.

Camino hacia la parte delantera del lugar, y ahí vio como una sombra dejaba de ser sombra y pudo ver perfectamente la figura de un chico.

El era rubio, su cabello era desordenado y largo, llevaba una capucha, sus ojos eran azules y tenía un pircing en la nariz, bastante musculoso y....Sexy.

- ¿Quién rayos eres tú? -Pregunto ella asustada, el chico la tomo por sorpresa, se quedo pensativo y estudiándola por unos segundos sin necesidad de disimular.

-Soy Christopher.

Kat no estaba conforme con la respuesta del chico y el no podía dejar de mirarla, los vidrios que estaban más arriba de la puerta comenzaron a romperse por sí solos, ninguno de los dos entendían que diablos estaba pasando ahí.

-Eso no responde nada ¿Por qué estas en mi hogar? -Chris esbozo una sonrisa algo sínica.

- ¿Tu hogar? Esto parece ser una iglesia, y tú eres una ocupa.

Kat trago en seco y sentía como su mundo se iba a caer en pedazos, pero la mirada del chico no tenía ni una pisa de maldad.

-Tranquila, no voy a echarte o hacer que te echen. -Rodo sus ojos sin dejar de sonreír.

-Por favor...No tengo otro lugar donde vivir. -Murmuro.

-Solo quería encontrarte.

- ¿Encontrarme? ¿Por qué?

- ¿Acaso no has leído mi nota?

- ¿Tú fuiste el del bar? ¡Maldición!

-Sí, intenta no babearte tanto.

- ¿Qué eres? ¿Quién eres? ¿Por qué me buscas?

-Son muchas preguntas que no voy a responder ahora, gatita.

- ¿Gatita?

-Sí, ya sabes, por Kat.

- ¡Ni siquiera te dije mi nombre! -Kat tuvo que alzar la voz, ya que el chico ya había salido del lugar y estaba subiendo a su moto, el solamente volteo a verla y antes de ponerse el casco le sonrió.

- ¡No me extrañes!

En el momento que Chris se alejo dejando a Kat completamente sola todo se torno confuso, y un escalofríos recorrió su piel.

¿Qué demonios estaba pasando?

*****

Antes que nada pedimos disculpas por estos meses sin actualización y VAMOS A SEGUIR LA HISTORIA! Voten y comenten por favor

Kat en multimedia 😊😊

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 27, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Dark.Where stories live. Discover now