26. Volver a probar tus labios

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– ¿Todo bien? ¿Le dijiste?
– Si y no ­– ¿Hubo algo que no me dijo?

– ¿Por qué?

– No preguntes – Ahora con mayor razón quiero saber que no me dijo, que me esconde, será la razón por la que se fue.
– Este ya debería estar aquí son las 9:35 – Antonella se ríe­, debe de acordarse de que le dije que Thiago es un impuntual – Habla, que sabes.

– Alex me dijo que Thiago acostumbra a llegar tarde y sé que eso te enfada así que más me voy a divertir.

– Si, odio que lleguen tarde, si este no llega en 10 minutos no voy a tener que actuar, voy a estar furioso de verdad – Se oía enojado

– Pobre Mar.

– ¿Por qué pobre? – Dice Mar, parece que ahora si esta lista

– Mira la hora y mira a Feli

– ¡¡¡Ay no!!! Feli porfa no seas malo – Rogándole

– Sabes que odio la impuntualidad – Anto no puede parar de reírse

– Antonella riéndote no me ayudas.

– Ya, será mejor que me vaya a ver a Lucy.
– Eso déjame sola

– Si quieres me quedo, pero sabes que es peor.

– Si mejor vete.

– Pero tampoco me eches.

– Se callan – Se notaba que Thiago de verdad estaba enojado y no estaba actuando, al parecer a Thiago le va a ir muy mal.

– ¡¡¡No!!! Feli sabes que te quiero.
– Sabes que no va a funcionar.
– Pero es mejor intentarlo
– Anto tiene razón.

– Si en 5 no llega, no respondo, además que no te dejare salir.
– ¡Feli!

– Feli nada – bufa – Ya partió mal este.
–Bueno voy a ver a Lucy

– Mejor dicho a Alex – se nota que lo dijo susurrando, pero no le funciono porque hasta yo lo alcance a escuchar...si Mar le dice eso, tal vez Anto todavía siente algo por mí.
– No te metas conmigo, será mejor que te prepares para lo que viene.
– Ni me los digas – suspira
– Sera mejor que me vaya, no quiero ver cómo se va a poner Feli.
– Claro déjame a mí con el monstro.

– Te oí.
– Lo siento.

– Este que no llega, ya me va a conocer – Felipe caminaba en la sala como león en jalado, en verdad estaba furioso
– ¡¡Feli no!!
– Lo mato lleva 15 minutos de retraso

– No seas exagerado son 15 minutos no más.
– Sabes que detesto la impuntualidad.

– Lo sé, pero debe de ser por algo importante.

– SI no es por nada grave lo mato y tú no sales.

– Pero...

– Te callas.

– Me chocas cuando te pones tan controlador, protector y celoso.

– Eres mi prima, te quiero como una hermana, te tengo que cuidar.
– Menos mal que no soy tu hermana ni me imagino como te pondrías.
– Ya será mejor que me vaya – Anto veía hacia las escaleras, esa era mi señal para irme.

Cuando llegue a la pieza de Lucy la encuentro durmiendo, me acerco a su cama y me siento en ella a hacerle cariño mientras la veía dormir. Antonella no llego después de mí, por lo que me imagino se fue a su pieza.

Estoy muy concentrado haciendo cariño a mi hija y mirándola que no siento a Anto entrar en la habitación que me asusto cuando escucho.

– Alex – dice susurrando

Llego la hora de volverWhere stories live. Discover now