Capitulo 4

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Lo miré sin entender.

-¿A qué te refieres, Ian?-lo interrogué.

Se quedó mirandome por un momento y luego su cara volvió a ser la misma de antes y su cuerpo volvió a posicionarse rígido como antes, como siempre.

-Olvidalo, Cibrian-dijo-Ya nos veremos- se dio media vuelta y se fue.

¿Y a este chico qué le pasa? Tiene un gran problema de bipolaridad que necesita tratar. Lo miré alejarse sin entender nada ¿A qué se refería?
Caminé hacia la cafetería donde me encontré con Sophi.
Le sonreí a modo de saludo y juntas caminamos hacia el mostrador.

-Odio estas filas- se quejó mi amiga mientras se paraba de puntitas para poder observar toda la fila que aún nos faltaba hacer para poder elegir la comida.

-¿Pasa algo?- preguntó un chico que de la nada estaba a mi lado, quisas estaba allí desde que llegamos, pero hasta entonces no me había percatado de ello. El chico era rubio, alto y de ojos verdes. Cabe destacar que tenía una bella sonrisa.

-Si, me molestan estas filas-se volvió a quejar Sophi.

¿No se puede callar una maldita vez?

-¿A ti te molesta?- me preguntó.

-No... bueno... si, un poco la verdad-dije.

El chico me miró con una gran sonrisa y me tomó del brazo.

-Vengan-dijo mientras nos llevaba sin ningún problema hacia el primer lugar de la fila.

-Gracias-gritó mi amiga- al fin alguien que hace algo amable en este lugar.
El chico solo rió.

-bueno, nos vemos después Agus-dijo mientras se daba la vuelta.

-¿Cómo sabes mi nombre?-

Al escucharme volvió a su sitio. -¿No eres la hermana de Lucas Cibrian?-Lucas, obvio.

-Si, soy yo- dije.

-Bueno, yo soy Rian- sonrió- Un gusto.

-Igual- susurré y volvió a darse la vuelta, solo que esta vez se perdió entre la gente.

-Si te haces novia de él podríamos tener comida instantánea durante todo el año. Yo que tú me lo pienso, es una buena oportunidad.- Dijo mientras se llevaba un pedazo de milanesa a la boca.

•••••♡•••••

Tocó el timbre y entramos al salón, me senté en mi lugar de siempre y esperé a que llegara el profesor.

Miré mi celular y sentí como algo chocaba contra mi cabeza, respirando hondo me di la vuelta y me quedé observando el suelo.

Una bolita de papel, ¿en serio?

¿Por qué hablabas con ese chico en la cafeteria? ¿Te gusta?

Ian

Ian...

Agarré un lápiz y rápidamente contesté.


Hablaba con él porque él se acercó y nos ayudó a pasar... no se ni por qué te explico

Se la tiré con toda la fuerza que pude, provocando que impactara levemente contra su hombro. Soltó una carcajada. Cuando terminó de leerla la apretó fuertemente y luego la tiró hacia algún lado del salón. Sus puños se tensaron y sus nudillos comenzaron a tomar un color blanco.

Agarré otro papel y rápidamente escribí...

Te vas a lastimar

Se lo tiré y él lo agarró rápidamente, escribió algo y me la tiró.

No tiene que importarte

Dios, ¿por qué es tan difícil hablar con él?

                             Me importa si

Se lo tiré, lo agarró y cuando lo leyó en su cara se formo una pequeña sonrisa.

Me miró y se le borró.

Dobló el papel y lo guardó.

La clase transcurrió con normalidad y cuando tocó el timbre tomé todos los libros rápidamente para poder irme a respirar aire que no estuviera contaminado por las sustancias casi inhumanas que algunos expulsaban.

-a mi también me importas-me susurró Ian al pasar por mi lado.

Y una sonrisa idiota se formó en mi rostro.

Mi Princesa... Todo Fue Una ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora