CAP. 4

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POV Mariano

Ya había pasado una semana que la había conocido, que había conocido su hermosa sonrisa, su hermosa voz, toda ella. Era por la mañana y yo estaba por almorzar. Agarré unas tostadas y un mate cocido. En casa, todo era silencio, hasta que sonó mi celular.  Era la ADAS (Agencia De Agentes Secretos).

Atendí:
- Hola! Buen día! Como estás? - Se oía desde el otro lado del celular.
- Hola jefe! Buen día! Estoy bien! Recién estoy almorzando. - Respondí.
- Ok. Cuando terminés, vení acá. Tenemos que hablar. - dijo mi jefe.
- Ok. Es urgente? Ocurrió algo? - Pregunté un poco asustado.
- Sí, es urgente. Y... Bueno, ya te contaremos acá. Vení lo más rápido posible, sí? - Me dijo. ¿Qué cosa tenían que decirme? ¿Hice algo malo?
- Ok, ahí estaré. Chau. - Dije sin más.
- Chau Martínez. - Se despidió.

Todo me parecía raro. Pero cumplí con mi palabra. Cuando acabé de almorzar, fui a la ADAS. Todo parecía tranquilo, me dirigí al despacho de mi jefe. Ahí toda la tranquilidad que había creído que había, se fue.

- Sr. Martínez, bienvenido. - Me dijo, señalando la silla, para que me sentara.
- Hola jefe! - Dije acomodándome en la silla. - que es lo que quería decirme? - Proseguí.
- Me contaron que tenés una nueva misión, no es así? - Dijo, yo no lo entendía.
- Sí, me encargaron de vigilar a una chica, que sale mucho de joda. - Dije.
- Sí, pero vos te preocupas demasiado por esa chica. Dicen que te vieron con ella más de una vez. Y tu misión es vigilarla de lejos, no estar con ella todo el tiempo. - Dijo enojado.
- Lo siento! Pero creo que es la mejor manera, meterme en su vida, para saber más de ella, de su historia. - Dije para arreglar las cosas.
- Espero que sea así. Porque vos no te podés enamorar. Vos no podés tener ninguna distracción. Entendiste? - Me dijo.
- Sí, sí jefe! Más que entendido... Pero le puedo hacer una pregunta? - Dije de sopetón.
- Sí, decí. - Respondió.
- Porque el reglamento, dice que no podemos estar con alguien y formar una familia? - Pregunté con la imagen de ella en mi mente.
- Porque las mujeres son una distracción, somos agentes secretos. Nuestra misión es trabajar cada día, para proteger a la gente. No te podés dedicar solamente a la familia.- Dijo mi jefe.
- Pero, pero... Ok... Chau. - Dije enojado, dirigiéndome a la puerta.

Salí de ese despacho enojado. No entendía nada. Y si algún día, quisiera estar con alguien y me hubiese enamorado y dejado todo para dedicarme a formar una familia? Que hubiese pasado?
Igual no sé que hacia pensando todo eso, espera, si que lo sabía. Todo por ella.

POV Lali
Estaba tranca, amanecí con los rayos de sol que me tocaban la cara. Achiné los ojos a causa de ellos. Había pasado una semana que no lo había vuelto a ver, una semana desde que me enloquecí con esa sonrisa y que me enamoré de esa mirada, con esos ojos verdes.
Decidí llamarlo.

- Ho... Hola soy Lali, la del boliche. Te acordás de mi? - le dije entrecortada con los nervios.
- Hola Lali! Sí, obvio que me acuerdo de ti. Necesitás a un chófer? - pregunto chistoso. Como extrañaba esa voz, bah, lo necesitaba a él.
- No! No necesito ningún chófer. - le dije riéndome de su comentario. - hoy voy al boliche. Querés venir? - dije, estaba más nerviosa de lo que nunca hubiese imaginado.
- Eh no puedo... Tengo cosas que hacer... - dijo.
- Dale, sólo será un ratito. Nada será más importante que eso. - dije intentando convencerlo.
- Bueno dale! Ahora voy para allá. Chau, te veo ahí. - me contestó.
- Dale! Chau, besos! - contesté.

Terminé el llamado y salté de alegría. Necesitaba volverlo a ver. Necesitaba oler su fragancia, necesitaba ver esa sonrisa... Lo necesitaba a él.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2016 ⏰

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Mi espía - MarialiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora