#10

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- ¿Qué haces? - lo escuché decir y me sobresalté.

- Vistiéndome - dije con un tono de voz como si no fuera evidente.

- Aún no terminamos o, ¿ya te tienes que ir?

- No, es sólo que... bueno, entre las reglas y tu actitud, no sé cuando esto se acaba

- Cuando veas que yo me visto esa es la señal - dijo fríamente.

                     
Yo debía estarme volviendo loca, esa frialdad, esa indiferencia, esas extrañas reglas, lejos de hacer que saliera corriendo de ahí me plantaban en esa habitación, como un árbol echando raíces.

Él ejercía un extraño embrujo en mí, estaba volviéndome adicta, esa era la palabra correcta para describir lo que sentía, nunca antes había experimentado esa sensación, tomaba alcohol en fiestas, pero nunca he sentido la necesidad de consumirlo sin sentido, el cigarrillo lo había probado sólo una vez y no me gustó.

Pero, el verlo ahí, parado frente a mí, mirándome como si me estuviera analizando me hacía desearlo, necesitarlo y sentirlo dentro de mí y eso debía sentir un alcohólico cuando tenía una botella enfrente.

Acortó la distancia que nos separaba, con la punta de su lengua lamió mis labios mientras sus dedos desabrochaban el par de botones que yo había logrado abrochar de mi blusa, la abrió y colocó sus manos en mi cintura atrayéndome hacia su cuerpo en tanto introducía su lengua en mi boca y frotaba la mía.

Mis manos rodearon su cuello y se lo acariciaron, sentí como desabrochaba mi sostén y acariciando la piel de mi espalda, me separé un poco mientras él me dejaba completamente desnuda de nuevo, sin dejar de besarnos, empezó a caminar dirigiéndome hacia la cama, cuando la sentí con la parte trasera de mis piernas me senté.Fue por otro condón mientras yo me subía y me acostaba.Se tumbó en mí y lamió mis senos alternadamente, en tanto su mano acariciaba mi cadera, yo acariciaba su cabello, él continuó besándome hasta mi cuello, al que le dio ligeras mordidas.

Lo hice darse la vuelta y yo fui ahora la que quedó encima de él, le besé y lamí el cuello tomando el condón de su mano, me hinqué sobre sus piernas y le coloqué el condón deslizando las yemas de mis dedos en su erección, él jadeo y acto seguido me senté sobre su miembro y comencé a moverme en círculos colocando mis manos sobre su abdomen apoyándome. Él gimió más fuerte.

                     
- Oh sí, así - exclamó con la voz entre cortada.

- ¿Te gusta? - pregunté con un hilo de voz.

- Síii... sigue, no.. no te detengas - suplicó.

                     
Seguí moviéndome lentamente, tratando de prolongar la excitación, puse mis manos entre mis cabellos ahora moviéndome suavemente arriba y abajo sintiendo sus dedos apretar mis caderas y me detuve. Con un ágil movimiento, él hizo que me acostara y me embistió con fuerza, entrando y saliendo de mi cuerpo haciéndome gritar mientras nos mirábamos fijamente rozando sus labios con los míos, sentía su aliento que, aunado a sus movimientos, me estaba volviendo loca. Incrementó la velocidad y yo lo abracé con mis piernas por sus caderas, sentí que llegaba al orgasmo mientras él embestía por última vez y colapsaba en mi cuerpo.

                     
- Eres fantástica - susurró en mi oído.-

-Y tú... Tú eres único - respondí aún con la voz distorsionada.

                     
A lo lejos escuchaba sonar mi celular, levanté mi mano hacia la mesita de noche, pero no lo sentí, entonces abrí los ojos y me enderecé un poco, me di cuenta que seguía en la habitación del hotel, no supe en qué momento me quede dormida, ni siquiera me di cuenta cuando él se levantó de la cama.

Me levanté ya que el celular estaba dentro de mi bolso y cuando llegué a este ya había dejado de sonar, entonces vi un papel doblado que estaba sobre la mesa, lo tomé y lo abri.

"Espero ayas difrutado de la comida tanto como yo",

decía con letra de computadora, una enorme sonrisa apareció en mis labios, pero, me sobresalté al escuchar de nuevo mi celular, era Karina  en el identificador.

                     
- ____, ¿dónde estás?, son las diez de la mañana y la junta con el nuevo cliente es a las once, Daniel  está desesperado porque no encuentra la presentación y tenemos horas buscándote, estaba a punto de marcar al 911.

- Estoy bien, sólo que me quede dormida y no escuché el despertador.

- Pues date prisa antes de que a Daniel  le dé un infarto y de paso a mí por estar escuchando sus gritos, prepárate porque te espera un fuerte regaño.

                     
Me vestí a toda prisa y salí corriendo de ahí, afortunadamente un taxi iba pasando y lo tomé de inmediato, le indique la dirección de mi departamento y cuando arrancó me di cuenta que había dejado la nota sobre la mesa.

Llegué y me di una rápida ducha de cinco minutos, me puse el primer traje que alcancé con la mano, me cepillé rápidamente el cabello después de vestirme y salí disparada, en el taxi me maquillé.

Casi me caigo en las escaleras de la entrada del edificio por las prisas, pero logré detenerme del muro. Apreté el botón del ascensor mientras miraba mi reloj, eran 11:10 am.

Las puertas se abrieron y salió un mar de gente, cuando estuvo ya vacío, me subí y apreté el botón del piso siete, pero en el piso dos se detuvo, entró un señor, volvió a detenerse en el piso tres y subieron dos chicas más, en el piso cinco bajo el señor y entro una señora de limpieza. Genial ,dije para mis adentros, cuando más prisa tiene uno es cuando todo se pone lento.

Finalmente llegué a mi destino y salí rápidamente, acomodé mi cabello aún mojado.

                     
- Vaya, hasta que llegas, el cliente ya está aquí y Daniel  está furioso.- Perdón, es que no dormí bien anoche.

                     
Entré a mi oficina y del cajón del escritorio saque el cd con la presentación y caminé a paso veloz a la oficina de mi jefe.

En el umbral de la puerta mi corazón se detuvo cuando vi a un hombre con traje negro, era alto, delgado, de cabello corto y un poco alborotado que estaba parado de espaldas a mí y frente a mí jefe. Era... Era él...??

¿Amantes ? (Jos Canela) •Hot•Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang